Miles de carteles, vallas publicitarias, autobuses, aviones, hoteles... ¿Cuánto cuesta esto? Con seguridad, millones de euros, pero es imposible saber la cifra exacta, porque los dos grandes partidos guardan silencio en lo que a gasto de campaña se refiere.

Hace cuatro años no tuvieron tantos reparos y dieron una previsión: el PSOE la cuantificó en 12,6 millones de euros, y los populares, en un millón más. Pero esta cifra se quedó corta. Dos años después de los comicios, el Tribunal de Cuentas dio las cifras: el PP, 22,7 millones, y el PSOE, 19,2 millones –con contabilidad separada del PSC–. En conjunto, los partidos que concurrieron a las generales de 2008 desembolsaron 67,7 millones de euros en la campaña.

Habrá que esperar al siguiente informe fiscalizador para conocer los datos del 20-N, aunque, en todo caso, el gasto deberá ser un 15% inferior con respecto a 2008, porque la reforma de la Ley Electoral así lo exige. De este modo, la cifra total no podrá superar los 57,6 millones.

Ni PSOE ni PP ni otros partidos, como PNV, han facilitado esta información y se han limitado a asegurar que cumplirán lo estipulado por la ley y que, por tanto, el gasto será inferior a la campaña de 2008.

Otras formaciones no han tenido ningún reparo a la hora de publicitar las cifras. IU: 1,6 millones; UPyD: 1,3 millones. También los partidos catalanes se han apretado el cinturón en plena crisis (por ejemplo, ERC desembolsará un 60% menos que en 2008 y destina 660.000 euros este año) y han reducido su gasto para las generales, con un total de 7 millones de euros, que no incluyen la partida del PP catalán, porque su campaña se inscribe en el presupuesto global del partido nacional.

En cualquier caso, parte del dinero que gasten los partidos podrá ser recuperado con las subvenciones que el Estado les concede por cada voto obtenido. Pese a la crisis, esta partida sí se ha revalorizado y, así, las fuerzas políticas obtendrán una ayuda de 0,83 euros por cada uno de los sufragios logrados por cada candidatura al Congreso, siempre y cuando obtengan al menos un escaño el 20-N, lo que supone 4 céntimos más que en 2008. La subvención será de 0,33 euros –también 4 céntimos más que en las anteriores generales– por los votos conseguidos por los candidatos que obtengan escaño en el Senado.

Por cada asiento que tengan en las Cortes percibirán 21.633,33 euros (21.167,64 en 2008), a lo que habrá que sumar otras ayudas por gastos de sobres, papeletas, propaganda y publicidad.

Como los comicios estaban previstos para la primavera de 2012, los Presupuestos Generales del Estado del actual ejercicio no habían previsto la cantidad destinada a los partidos para la campaña. Para tal fin, el Consejo de Ministros tuvo que habilitar a finales de septiembre 22 millones procedentes del Fondo de Contingencia.

El Ministerio del Interior ha caído en la cuenta de que en cada cita electoral sobraban miles y miles de papeletas. Por eso ha decidido imprimir medio millón menos y ahorrarle a las arcas del Estado 800.000 euros. Con ello, se reduce un 5,8% el coste que para Interior supondrán las elecciones del 20-N, que ascenderá a 124 millones de euros. Una cifra nada desdeñable que, por supuesto, no incluye otra que estos días ha sido polémica: los casi 600.000 euros que ha costado el cara a cara entre Rajoy y Rubalcaba.

Sea por la ley o por la propia crisis económica, a los partidos les va a resultar más complicado sufragar campañas millonarias, por lo que algunos, como ICV, han recurrido a fórmulas imaginativas. ICV ha emitido unos bonos como vía de financiación alternativa para que los militantes puedan contribuir en la campaña con un máximo de 10 bonos a 500 euros cada uno. La cantidad les será devuelta a los 2 años a un interés del 3% anual. Iniciativa que ya había puesto en marcha UPyD, la formación que lidera Rosa Díez, y que también ofrece bonos con interés de 50 y de 500 euros, además de aceptar donativos.