La revista Technica Molodezhi (Diario de tecnología), que se publica en Rusia desde los años treinta del siglo XX, es una referencia inevitable para la ilustración gráfica de las corrientes del dieselpunk, el steampunk y el retrofuturismo, fascinadas por las imágenes del futuro producidas en el pasado.

Los archivos de la publicación rusa, aún siendo incompletos y careciendo de traducción, son de una fascinante belleza y han sido citados con  profusión en blogs y otras publicaciones online por la cantidad y calidad de los dibujos anacrónicos del futuro soñado por la política dominante en la antigua URSS.

Las portadas de la revista, siempre dibujadas en estilo naíf, muestran una arcadia feliz y de rasgos inocentes donde el ser humano ha logrado dominar a la tecnología y ponerla a su servicio: vehículos voladores, monorraíles, pequeñas naves espaciales personales, adminículos para hacer surf, barcos sobre enormes patines, pequeños robots y hasta formas de manejo a distancia de la información...

Como se ve, aunque el diseño industrial haya ido por otros derroteros, algunas de las predicciones de los dibujantes de Technica Molodezhi no han sido descaminadas.

El estilo de los dibujos encaja -y en eso también fueron precursores los artistas de la revista- con algunas de las tendencias en alza entre los subgéneros de la ciencia ficción y sus tribus urbanas y socio-culturales de fanáticos: el steampunk, que está basado en el anacronismo tecnológico victoriano; el dieselpunk, fundado en la estética pulp de entre 1920 y 1950; el retrofurismo y, en general, todas las corriente entusiastas con las ucronías sobre la historia alternativa.

Technica Molodezhi fue la alternativa soviética a Popular Mechanichs, la revista estadounidense sobre ciencia y tecnología que se edita desde 1902. Mientras ésta ofrecía un enfoque práctico, con consejos sobre mantenimiento, por ejemplo, de los automóviles, la revista rusa era predictiva y se asomaba al futuro.