Juzgan este miércoles al joven que violó y asesinó de 21 puñaladas a una anciana en Parque Alcosa

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Sevilla acogerá este próximo miércoles el juicio contra Borja B.O., el joven de 23 años que ingresó en prisión en junio de 2010 tras supuestamente asesinar de 21 puñaladas y violar "de manera muy brutal" a una mujer de 78 años de edad en su domicilio del número 3 de la calle Ciudad de la Oliva de la barriada sevillana del Parque Alcosa.

Así lo han dado a conocer a Europa Press fuentes del caso, quienes han recordado que la Fiscalía pide para el acusado una condena de 34 años y medio de prisión por los delitos de allanamiento de morada, violación y asesinato, y en el caso de la agresión sexual considera que existe la agravante de abuso de superioridad.

En este sentido, el fiscal solicita un año de cárcel y el pago de una multa de 2.430 euros por el delito de allanamiento de morada; nueve años y medio de prisión por el delito de violación, y 24 años de cárcel por el asesinato ocurrido el día 6 de junio de 2010, cuando, tras volver de una fiesta, el procesado se encontró en el bloque con la víctima y, en un momento dado, la empujó metiéndola en el domicilio de ésta última.

Una vez en el interior de la vivienda, el acusado quiso mantener relaciones sexuales con la víctima, que se negó, por lo que le dio varios golpes en la cabeza y aprovechó para abusar de ella. Tras violarla, cogió un cuchillo —que fue encontrado posteriormente en el lugar de los hechos por policías desplazados a la zona— y le asestó hasta 21 puñaladas que le produjeron la muerte por shock hipovolémico.

La declaración de los forenses

Los dos médicos forenses que realizaron la autopsia a Efigenia G.L. ya declararon ante la juez instructora que la mujer presentaba, además de 21 puñaladas, signos de haber sufrido una violación "muy brutal" y heridas producidas "inequívocamente" por una agresión sexual. Así, añadieron que la mujer "no tenía capacidad de defensa" ante su supuesto agresor, ya que pesaba únicamente 48 kilogramos y rozaba los 80 años de edad. De igual modo, los forenses indicaron que los golpes "tenían como único objetivo infligir sufrimiento" a la víctima.

La declaración de los forenses se produjo después de que el padre del acusado afirmara que fue su hijo quien quiso entregarse "inmediatamente después" del crimen y, para ello, le pidió ir a la Policía la noche del día del suceso para confesar los hechos, según informaron a Europa Press fuentes del caso.

Según declaró su padre, el detenido "no se acordaba bien de lo que había hecho" con su vecina, por lo que esa noche acudió junto a su progenitor al domicilio de Efigenia, en cuyo interior se había dejado diversas prendas de ropa, encontrando sangre en el descansillo y quedándose ambos sin poder entrar en el piso al encontrarse ésta ya sin vida, por lo que no pudo abrirles la puerta.

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