Ana Oramas: "En esta campaña nadie se moja, es la más extraña de la democracia"

  • La candidata de Coalición Canaria al Congreso por la provincia de Santa Cruz de Tenerife cree que las islas deben ser "un asunto de Estado".
  • Su formación acude al 20-N en coalición con Nueva Canarias.
  • Uno de los grandes desafíos de Canarias para la próxima legislatura es combatir el paro, casi en el 30%; Ana Oramas dice que hay mucha "tensión social".
Ana Oramas es candidata de CC al Congreso de los Diputados.
Ana Oramas es candidata de CC al Congreso de los Diputados.
COALICIÓN CANARIA
Ana Oramas es candidata de CC al Congreso de los Diputados.

Aspira a tener de nuevo grupo parlamentario propio con el que luchar por las islas en el Congreso de los Diputados. Su formación concurre el próximo 20-N junto a Nueva Canarias (NC). Ana Oramas, candidata por Coalición Canaria (CC), cree que las islas deben ser "un asunto de Estado" y que, si el próximo Gobierno de la nación no se lo toma en serio, podría convertirse "en un problema". Hace falta más respeto en política, apunta, un mantra que ella aplica con rigor: "Soy muy cortés, como todos los canarios".

Dice usted en su blog que le encantan las campañas electorales, ¿por qué?

Suponen un momento excepcional de rendir cuentas cuerpo a cuerpo, calle a calle. Me encuentro con los mismos ciudadanos y colectivos a los que hace cuatro años les pedí el voto y tengo que explicarles qué hice con él. Hay gente que no está contenta y otros que te apoyan; y con todos vuelves a adquirir compromisos para los siguientes cuatro años.

¿Y le critican mucho?

Hay cosas que no entienden, pero sobre todo creo que esta campaña es distinta a las que he hecho en los últimos 30 años, es la más difícil que tenemos las fuerzas políticas. El ciudadano no va a votar a alguien, sino contra alguien, tiene el sentimiento de que necesita echar a alguien que le ha trastocado su trabajo, su casa, la vida de sus hijos, etc. No votan por un programa electoral, sino contra una percepción de traición. La gente tiene una desesperanza importante.

¿Cómo se pelea desde Madrid por una región como Canarias?

Se hace con muchísima dedicación, aunque los últimos cuatro años he tenido que hacerlo desde el Grupo Mixto al no tener grupo parlamentario propio. Tienes que estar en muchas comisiones, fijar posiciones, intervenir en todos los temas, etc. Pero sobre todo hay que mirar que todas las leyes se adapten a un territorio singular y diferenciado como es Canarias. No nos vale, por ejemplo, la nueva ley de gestión aeroportuaria, porque entonces, por criterios económicos y financieros, habría que cerrar los aeropuertos de La Palma, El Hierro y La Gomera. En la ley de puertos también tuvimos que intervenir, en todos los temas fiscales hay un diferencial importante. Además, en esta época de crisis y dado que Canarias tiene el paro más alto de España, con una tasa del 30%, tenemos que estar, decreto a decreto, mirando que las políticas del Gobierno tienen que ser distintas para Canarias. Lo hacemos con mucha intensidad y dignidad, pero también con una gran cortesía, como somos los canarios.

¿Les hacen más caso en Europa?

Canarias es la única comunidad española que está recogida con nombres y apellidos en la Constitución Europea. Conseguimos con una gran gestión política ante Bruselas que se reconociera la condición de ultraperificidad de Canarias, la lejanía y la insularidad, hechos que son permanentes. La verdad es que muchas veces hay mucha más compresión desde Europa hacia las problemáticas específicas de Canarias que desde Madrid. Pero nosotros no vamos a Madrid para gobernar España, como otros, vamos para que haya un buen gobierno de España con Canarias.

Y su apoyo suele ser decisivo para muchas cosas...

Efectivamente. Nosotros fijamos posición en temas de política nacional y, cuando nuestro voto es decisivo, lo ponemos en función de que se modulen las políticas con Canarias. Pero hay temas en los que no hemos estado de acuerdo, como la reforma laboral, la negociación colectiva o la reforma de la Constitución exprés; pero no por el tema canario, si no porque no iba a servir para calmar a los mercados. Estamos exactamente igual que antes.

¿Conseguirán tener un grupo parlamentario?

Lo tuvimos durante muchos años en el Congreso y en el Senado, pero con la división del nacionalismo canario nos quedamos con dos diputados y dos senadores. Así que, en este momento y ante la gravedad de la situación, los nacionalistas nos hemos vuelto a unir aparcando nuestras diferencias por el interés de esta tierra para ir juntos a las elecciones. Esperamos lograr de nuevo cuatro diputados y seis senadores. Es importante tener una presencia política amplia y hacer que Canarias sea un asunto de Estado, tiene que serlo para no convertirse en los próximos años en un problema de Estado.

¿Con qué partido en el Gobierno se sentirán más cómodos? ¿PP o PSOE?

No estamos cómodos ni incómodos, ni con unos ni con otros. Nos es indiferente. Los gobiernos se olvidan de Canarias a no ser que nosotros exijamos su presencia. Además, los partidos no llevan en sus programas medidas que les puedan costar votos, nadie se moja. Es la campaña electoral más extraña que ha habido en democracia. Prácticamente no podemos tener un debate con los dos partidos que pueden gobernar este país. No les interesa.

¿Qué desafíos tiene Canarias en la próxima legislatura?

Lo primero, poder mantener aquellos convenios de empleo y de formación que logramos en el último año con el Gobierno de la nación, que son vitales mientras Canarias no iguale la media nacional de paro. También, que se cumpla el régimen económico y fiscal de la inversión media española, que es un mandato al Estado del régimen económico y fiscal. Y después hay temas importantísimos: los acuerdos que han logrado que Canarias, tras perder dos millones de turistas, los haya recuperado en el último año, por ejemplo, la política aeroportuaria diferenciada y las inversiones en planta alojativa y zonas turísticas degradadas. También la reforma de la PAC, que se negocia en el próximo año, la reforma del régimen económico y fiscal, que vence en 2013 y la reforma del estatuto de autonomía de Canarias, que fue uno de los que quedó pendiente en la anterior legislatura.

¿Devolvería las competencias al Estado en Sanidad y Educación?

No, qué va, nosotros fuimos la única comunidad autónoma que vio venir la crisis hace dos años e hicimos ajustes de presupuesto, pero defendemos el servicio público esencial, como en Sanidad y Educación. Nosotros no estamos teniendo ahora los recortes de otras comunidades de PP y PSOE, pero sí creemos que hay que hacer una revisión del sistema de financiación de la Sanidad y adaptarlo a la población real que recibe el servicio. Por ejemplo, aunque el ratio de población para determinadas especialidades sea de 20.000 o 30.000 personas, en El Hierro, donde viven 8.000, tienen derecho a tener también un cardiólogo o un ginecólogo. Necesitan centros con discapacidad y determinadas prestaciones que tenemos los demás ciudadanos. Eso tiene un coste añadido.

¿Cómo está el tema de la migración?

En los últimos ocho años Canarias ha tenido el crecimiento demográfico más alto del mundo. Nosotros éramos un millón y medio de canarios y, de repente, en seis años, vinieron 500.000 personas a trabajar y a vivir Canarias, es una barbaridad, siendo que el 75% es territorio protegido medioambientalmente. Esto supuso una presión sobre los servicios básicos que no podía aguantarse. Al depender de las economías alemana e inglesa, la crisis entró antes en Canarias que en el resto de España y nos quedamos en el 30% de paro y perdimos turistas; ahora somos la comunidad con mayor número de pensiones no contributivas, casi el 25%. Ya no tenemos Venezuela, que era nuestro destino histórico, y en la Península tampoco hay trabajo. Tenemos el índice de pobreza más alto de España junto con Extremadura. Estamos en una situación muy tensa socialmente con la que tendrá implicarse el Gobierno central, porque sino podemos encontrarnos con que habrá revueltas sociales en los próximos años.

¿Se ha notado la incidencia de movimientos como el 15-M en las islas?

No. Ha tenido su presencia como en otras ciudades, pero no me refiero a eso, sino a que hay hambre, necesidad y paro.

¿El comunicado de ETA condicionará las elecciones y decisiones del próximo Gobierno?

Creo que no debe condicionar las elecciones ni materia de campaña electoral, sería obsceno e inmoral apropiarse del avance de la lucha antiterrorista. Es un anuncio de una banda de asesinos terroristas derrotada, han ganado los demócratas, la vía judicial, las fuerzas y cuerpos de seguridad y este país. Por el camino se han quedado más de 800 personas que tienen que tener su reconocimiento y su memoria. No es suficiente, hace falta pedir perdón y entregar las armas. Es una esperanza agridulce y todos tenemos que trabajar y dejar trabajar al próximo Gobierno en ese camino hacia la paz definitiva.

¿Ese próximo Gobierno tendrá las manos atadas en el terreno económico por Europa?

Creo que tendrá que gestionar momentos todavía más difíciles de los que hemos vivido en el último año. Y creo que 2012 va a ser muy complicado.

¿Cómo está la situación en El Hierro?

Todos los canarios seguimos lo que pasa minuto a minuto. Primero por curiosidad y conocimiento del propio fenómeno, porque nos puede volver a tocar a cualquiera de las isla;, y después, por un factor humano. La gente de El Hierro es gente sencilla que vive de la pesca del día, que tienen sus empresas de buceo, se dedica a la agricultura, tiene a sus hijos estudiando en Tenerife, etc. De repente, se encuentran con que salen con lo puesto.

¿Cree que hacer público el patrimonio de los diputados sirvió para algo?

Me parece bien, los ciudadanos tienen que tener claro lo que tenemos o no los que estamos en política, no tengo ningún problema. Pero creo que desde algunos medios se ha hecho una demagogia determinada, interpretando como privilegios cosas que no lo son, y eso es un debate que no beneficia a esta sociedad. Hay que dignificar también la actividad política.

¿Hace falta humanidad en el Congreso?

Hay que dar la misma impresión en el hemiciclo que en la vida personal. Yo soy una persona muy cortés, como todos los canarios, y creo que el contrincante político no es un enemigo. Hay que tener respeto. Cuando dejé mi cargo de alcaldesa de La Laguna, lo que más me emocionó fueron los portavoces de la oposición, de PP y PSOE, que reconocieron mi trabajo y me desearon lo mejor en la vida. Aunque uno cometa errores, el respeto es importante, y hacer pública una imagen de insulto y agresividad y después irte a tomar un café con el otro me parece terrible. Los ciudadanos están hartos de la descalificación.

BIO. Nacida en Santa Cruz de Tenerife en 1959. Licenciada en Ciencias Económicas. Fue alcaldesa de La Laguna durante diez años y es diputada y portavoz de Coalición Canaria en el Congreso de los Diputados desde 2007. Le gusta mucho leer, "desde novela histórica a best sellers". Casada y con una hija.

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