En este sentido, fuentes del caso han informado a Europa Press de que, durante la denominada declaración indagatoria celebrada en el Juzgado de Instrucción número 16 de Sevilla, esta mujer, que también ha sido procesada por estos hechos, ha modificado su declaración inicial, en la que dijo que "no sabía nada", y ha acusado a su propio marido de los abusos.

Al hilo de ello, las mismas fuentes consultadas han precisado que el resto de procesados, como son, además de su marido, el cuñado de éste y su mujer, un tío de las menores de edad y un vecino del bloque —al que también se imputa un delito de abandono de familia "a pesar de no pertenecer a la misma"—, han ratificado sus declaraciones anteriores, en las que aseguraban ser inocentes y negaban los hechos que se les imputan.

En esta misma declaración indagatoria, según las fuentes consultadas por Europa Press, se les dio a conocer el auto de procesamiento, en el que el Juzgado de Instrucción número 16 procesa a estas seis personas por un presunto delito continuado de abuso y agresión sexual, corrupción de menores y abandono de familia, y les impone además el pago de una fianza de 100.000 euros.

De esta manera, el Juzgado procesa a los dos padres, que se encuentran en libertad provisional después de permanecer en prisión durante un periodo de ocho meses; en concreto imputa a A.M. haber abusado de dos de sus sobrinas, y a J.M.P. haber abusado de sus tres hijas y de una sobrina —hija del otro imputado—, mientras que a un tío lo procesa por abusar de dos de sus sobrinas.

Las madres de las menores "facilitaron" los encuentros

Los hechos ocurrieron cuando las menores tenían entre seis y ocho años y los abusos fueron descubiertos en 2008, cuando los profesores de las niñas detectaron indicios de abusos, tras todo lo cual las menores fueron sometidas a distintos exámenes médicos que detectaron lesiones recientes provocadas supuestamente por agresiones sexuales.

Asimismo, las madres de las pequeñas han sido procesadas porque, según entiende el Juzgado, conocían los hechos e incluso habrían facilitado los encuentros al objeto de que se perpetraran los referidos abusos sexuales en sus propios domicilios.