La violencia de género y la inmigración son dos retos que la sociedad debe abordar para erradicarla, en el primer caso, y gestionarla de manera satisfactoria, en el segundo.Uniendo ambas situaciones y bajo la dirección de Xavier Esteve, la sociedad de autores SGAE, con la colaboración del Departament de Cultura, presentó ayer Colors de Lluna, un disco que recopila canciones de cuna de procedencias tan diversas como China, Argentina, etc.
La iniciativa pretende ayudar, con sus beneficios, a las mujeres maltratadas. Mujeres de 16 países dan voz, y color, a algunas de las letras más conocidas de sus lugares de origen, hermanando melodías chilenas, marroquíes o rusas.
Paloma Echuaca (Guinea Ecuatorial) era cantante en su país y se mostró encantada de cantar Bola-bola, una nana que susurraba hace ya 15 años a su hija. Echuaca mostró su satisfacción a 20 minutos por «aportar un granito de arena» en esta iniciativa para ayudar a otras mujeres.
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