Los peritos de la defensa, que han declarado en la cuarta sesión del juicio con jurado popular que se sigue en la Audiencia Provincial de Guadalajara contra D.Z por la muerte de su expareja en Horna (Guadalajara) el 9 de diciembre de 2008, han ratificado que el procesado "no era consciente de nada en el momento de los hechos ya que padecía trastorno mental transitorio".

Así lo han alegado los peritos, quienes han afirmado, al igual que la perito de la Audiencia de Sigüenza que la inteligencia del acusado es límite, aunque han reconocido que no llega a tener "retraso mental". Esta situación, según estos peritos, hace que "el acusado no tenga un mecanismo de defensa ante situaciones de estrés".

Asimismo otra de las peritos, de la Audiencia de Sigüenza, y que valoró a D.Z. ya en prisión, comparte la opinión de la inteligencia límite si bien ha señalado que no presentaba patología psiquiátrica. Igualmente afirmó que el síndrome de Arnold Ciari diagnosticado no afectó en la conducta del acusado para llevar a cabo los hechos.

Durante la declaración, han testificado varios peritos y dos forenses de Sigüenza. Estos últimos han afirmado que el procesado tiene un perfil de personalidad "normal" y si bien pueden entender que la primera agresión con la piedra puedo ser fruto de un arrebato, el hecho de degollar a la víctima fue por obcecación. Más en concreto, han señalado, que "era perfectamente consciente" de que estaba degollando a la víctima.