El resultado "tan positivo" de la experiencia piloto del teletrabajo llevada a cabo en el Ministerio de Administraciones Públicas en los últimos meses hará que el proyecto se extienda a la Administración General del Estado (AGE), anunció ayer el titular de dicho Ministerio, Jordi Sevilla.

Sevilla aseguró que propondrá a los sindicatos esta extensión "para contribuir a una mejor conciliación de la vida familiar y laboral" y a la mejora del cumplimiento de los objetivos del puesto de trabajo y de la productividad.

El ministro dijo que otros ministerios han hecho peticiones para ponerlo en marcha.

El informe de los expertos resalta además que la productividad en los puestos en los que se llevó a cabo el teletrabajo se ha mantenido o ha aumentado.

De los treinta empleados públicos que siguieron esta experiencia, la mayoría piensa que la calidad de su trabajo se mantuvo y cerca del veinte por ciento considera que incluso aumentó.

Además, el 77 por ciento opina que durante el periodo de duración aumentó el tiempo para hacer frente a sus tareas y responsabilidades familiares y el 54 por ciento considera que disminuyó su estrés.

Asimismo, los responsables de las áreas de trabajo incluidas en el estudio consideran que en algunas tareas se produjo un incremento muy notable de la productividad y en ningún caso se produjeron reducciones considerables.

No obstante, los expertos recomendaron que teletrabajar, como forma casi única, de momento no es la vía más interesante porque supone cambios demasiado importantes como para asumirlos, y no conviene perder por completo el contacto físico con el puesto de trabajo y los compañeros habituales.

La iniciativa se llevó a cabo durante noventa días entre el último trimestre de 2005 y el primero de 2006.

El 84 por ciento de los participantes eran mujeres y estaban casados o vivían en pareja, el 88 por ciento tenía hijos y el 64 por ciento contaba en su círculo familiar o el de su pareja con una persona mayor dependiente.

NOTICIAS RELACIONADAS