Steven Spielberg: "Tintín se parece a Indiana Jones"

  • El realizador dirige ‘Las aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio’, su primer título de animación.
  • "Dirigir una película animada te permite más control y menos frustraciones".
El director estadounidense Steven Spielberg posa delante de un tren de alta velocidad Thalys rotulado con los personajes de Tintín.
El director estadounidense Steven Spielberg posa delante de un tren de alta velocidad Thalys rotulado con los personajes de Tintín.
Nicolas Maeterlinck / EFE
El director estadounidense Steven Spielberg posa delante de un tren de alta velocidad Thalys rotulado con los personajes de Tintín.

El, quizá, director más exitoso de la historia estrena este viernes su última película: es su primera obra animada y en tres dimensiones.

¿Por qué hacer esta película?

Descubrí a Tintín tarde, cuando al estrenar En busca del arca perdida (1981) leí críticas comparándola con sus aventuras. Yo ni sabía quién era Tintín, pero leí sus libros y en efecto, había parecidos entre él e Indiana Jones. Cuando conocí todo el mundo creado por Hergé supe que daría un maravilloso cine de acción.

Es su primera obra animada.

Siempre me gustó experimentar... En Parque Jurásico (1993) el reto era llenar la pantalla de seres digitales: aquí había que usar animación. Era la única forma de homenajear a Hergé y acercarnos a su talento. ¿Dónde encontrar un Capitán Haddock de carne y hueso?

¿Se ha sentido más libre que en una película de acción real?

Exacto: ha sido liberador. Siempre he estado muy pendiente, por ejemplo, de la iluminación de mis películas, pero aquí era diferente: no tenía que buscar localizaciones espectaculares ni esperar a que la luz del sol fuese perfecta, sino solo crearla. Hacer animaciones te da mucho más control y te evita frustraciones.

¿Por qué contó con Jackson?

Siempre lo he admirado: mira El Señor de los Anillos... Me puse en contacto con él para probar, en su empresa de efectos especiales (WETA), con un Milú digital y, sorpresa, me mostró su colección completa con los libros de Tintín, así que le pedí que colaborásemos.

¿Cómo fue la colaboración?

Empezó en el guión: en el rodaje Peter no estaba en el plató, pero hablábamos a diario a través de videoconferencia. No solo eso: él lo hacía también con los actores, veía dónde se ponían las cámaras, supervisaba el trabajo digital. No estaba presente su espíritu: era su voz, directamente, la que nos guiaba. Por primera vez he sentido que tenía un compañero creativo real, alguien con quien compartir todo el peso de la dirección.

Le tocará a él, entonces, dirigir la segunda parte.

Ya sabes cómo es el cine: hasta ahora hemos tenido el control de la película, pero cuando llegue a las salas lo perderemos. No sé si habrá una segunda parte: depende del público. Pero si la acogida es buena, ojalá, Peter dirigirá la secuela y yo trataré de devolverle la ayuda que me ha dado.

También lo ha ayudado James Cameron, que le mostró cómo hizo Avatar.

Lo conozco desde los años ochenta, desde antes de la primera Terminator, y desde entonces somos muy amigos. Fue muy generoso invitándome a ver su trabajo en Avatar: pude probar la tecnología, ver cómo se dirige a actores con captura de movimiento y todo el proceso de crear una película en 3D. No fue mucho tiempo, unos diez días, pero sí lo suficiente para después sentirme más cómodo en el rodaje de Tintín.

¿No hay celos entre autores de tanto prestigio?

No. En Hollywood hay mucha rivalidad entre estudios y distribuidoras, no entre directores. Compartimos información, nos ayudamos unos a otros, como pasa entre productores o guionistas.

Tras crear tiburones aterradores o tiernos extraterrestres, ¿cuál era el reto de crear a Milú?

Era un perro, pero tan humano como los otros personajes. En realidad, es uno de los grandes héroes de la historia. No fue fácil: en el original es una figura plana, un cromo... ¿Cómo se movería? Y otra cosa: los actores interpretaban una secuencia imaginando que, a su alrededor, había un pequeño perrito. Tenían que confiar en mí: donde ellos miraban, se suponía que yo pondría a Milú. Así ha sido, y creo que el resultado es maravilloso.

Un diálogo (casi) profético

Georges Prosper Remi (Hergé) nació en Bélgica en 1907 y murió en 1983. Antes de morir recibió un mensaje de Spielberg para llevar sus historias al cine. "Ya considero mis historias películas", dicen que le respondió. Pero Hergé se mostró encantado de que algún día el cineasta las convirtiera en Séptimo Arte, y así ha sido.

Leyenda viva del cine

Nacido en Cincinatti, EE UU, en 1946, Steven Allan Spielberg es uno de los cineastas más importantes de la historia. Fue él quien, con autores como George Lucas (La Guerra de las Galaxias) o Francis Ford Coppola (El Padrino), cambió Hollywood en los setenta con éxitos como Tiburón, Encuentros en la Tercera Fase o, después, E.T. El Extraterrestre y la saga de Indiana Jones. Está casado con la actriz Kate Capshaw.

Entrevista con Peter Jackson: "Echamos a cara o cruz quién dirigiría la película"

El célebre autor de El señor de los anillos es ahora el productor de Las aventuras de Tintín. Admirador de Tintín desde pequeño, se espera que dirija una posible secuela.

¿Desde cuando lee Tintín?

Desde los ocho años, y lo he seguido haciendo toda la vida: siempre te parece fresco. Desde que supe que Spielberg tenía los derechos aguardaba con ansia la película.

¿Nunca pensaron hacerla con imagen real?

Al principio sí, pero esta era la mejor forma de honrar a Hergé. Tintín tiene argumentos maravillosos, pero los dibujos son el ADN.

¿Por qué en tres dimensiones?

La tecnología es una mera herramienta. Desarrollar una cámara no es mi objetivo: lo que quiero es hacer la mejor película posible. Hemos intentado ver el mundo como lo veía Hergé: sus calles, mercados y plazas, sus personajes. Al hacerlo con animación computerizada era muy fácil pasarlo a 3D: creímos que crear un híbrido entre el trazo de Hergé y la realidad era increíble.

¿Dirigirá la segunda parte?

Teníamos tan claro que queríamos hacer varias películas que casi echamos a cara o cruz quién dirigiría la primera. Espero poder hacer yo muchas más: Las siete bolas de cristal, El templo del Sol, Objetivo: la Luna... Es tan excitante ver esta primera película de Tintín como fantasear con cuáles podremos hacer en el futuro.

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