Durante los primeros días de calor, es posible que los sistemas de refrigeración de los buses planteen deficiencias, porque no se haya realizado todavía el mantenimiento necesario y carezcan del gas con el que se genera el aire frío, explicaron fuentes laborales de Tuzsa.  A pesar del mantenimiento, no se puede saber si funcionan con corrección hasta que no se conecta por primera vez, añadieron las citadas fuentes.

Estas circunstancias suelen agravarse por el hecho de que con el calor suelen incrementarse las averías en los vehículos. Mientras son reparados, puede que se los sustituya por otros coches más antiguos y carentes de aire acondicionado (los nuevos modelos de los últimos años van equipados con aire).

La conexión de la refrigeración supone un mayor gasto de combustible para la concesionaria Tuzsa, que cobra el servicio al Ayuntamiento por número de kilómetros recorridos.