La presidenta del Gobierno de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, ha afirmado este miércoles que no es partidaria de subir o crear nuevos impuestos, por lo que ha señalado que intentará no hacerlo y, en cambio, apostará por la austeridad como instrumento para cumplir con las "obligaciones" de las administraciones y seguir garantizando los servicios sociales básicos.

"No soy partidaria de subir impuestos, vamos a intentar no subirlos. Creo que no los vamos a subir", ha señalado Rudi durante su intervención en los Desayunos Informativos de Europa Press al ser preguntada por el impuesto de patrimonio. Es más, ha asegurado que en esta premisa incluye "a todo el mundo" y que, por tanto, no se plantea crear un nuevo impuesto que grave a las grandes fortunas.

En este mismo sentido se ha pronunciado sobre el copago sanitario, ya que ha indicado que en el PP no son "partidarios" de tomar una medida de este tipo. Sin embargo, ha recordado que todos los gobiernos han tenido que "insuflar recursos económicos" en el sistema sanitario.

Por todo ello, la dirigente regional considera necesaria una mejor cooperación entre el Estado y las comunidades autónomas, por lo que ha hecho un llamamiento para que todas las administraciones celebren una reunión en la que analicen las "labores de coordinación" que pueden ayudar a asumir el coste sanitario. Además, ha hecho hincapié sobre "revisar el funcionamiento" de la cartera de servicios porque "no puede ser que cada comunidad" tenga una diferente, ya que esto desemboca en la "desigualdad".

En cualquier caso, la presidenta de Aragón ha utilizado su intervención inicial en los Desayunos Informativos de Europa Press, patrocinados por Banif, Telefónica, Thomson Reuters, FCC y Altadis, para hacer una apuesta decidida por la austeridad como el instrumento a utilizar por todas las administraciones públicas como eje de la gestión pública.

Nueva mentalidad

Para ello, Rudi cree necesaria una "agenda reformista" para cumplir con las obligaciones encomendadas desde Bruselas y sin la cual, a su juicio, "no se puede generar confianza y sin la que será imposible el crecimiento económico y de los ingresos".

"Cambiar significa controlar el gasto, comenzando por las comunidades autónomas. Es una nueva mentalidad para unas administraciones acostumbradas a la rutina del endeudamiento", ha subrayado.

Todo ello, ha añadido, sin poner en peligro el Estado del bienestar, si bien ha remarcado que la crisis implica que el coste de este bienestar ha de recaer "sobre quienes lo disfrutan y no sobre los que vengan detrás", es decir, "no transferirlo a otros en forma de deuda". "Somos partidarios del bienestar y de pagarlo, pero es necesario diferenciar entre lo necesario y lo superfluo, entre el gasto que está justificado y el que no lo está", ha explicado.

Según la presidenta de Aragón, las circunstancias de crisis económica obligan a las administraciones públicas a "decir no a muchas cosas", para lo cual "hay que fijarse criterios que respondan a valores y principios políticos" y ejercer una austeridad "con sentido".

Así pues, Rudi ha destacado que las diferencias entre PP y PSOE se verán en el "sentido" que se dé al gasto público y que el trabajo de los 'populares' en las distintas comunidades en las que gobiernan está sirviendo para "decir cómo están las cosas y exigir a los españoles un mandato claro". "Estamos cambiando el modo de gestión pública. Cuando sean las elecciones, los ciudadanos votarán sabiendo lo que esperar de nosotros", ha subrayado.