El conseller de Territorio y Sostenibilidad, Lluís Recoder, ha anunciado este miércoles que no hará convocatorias cada año para que los municipios se acojan a la Ley de Barrios, y lo ha atribuido a la delicada situación financiera de la Generalitat. En el pleno del Parlament, ha argumentado que el tripartito dejó comprometidas "obras faraónicas" a más de diez años vista, por lo que el actual Govern debe centrarse en pagar estas partidas antes que promover nuevas.

El diputado del PSC Celestino Corbacho ha lamentado que el Ejecutivo catalán aún no haya convocado las ayudas para 2011, y ha criticado esta decisión porque, a su juicio, puede ser uno de los pilares para salir de la crisis. El también ex ministro de Trabajo ha asegurado que su grupo entiende las dificultades económicas, pero ha censurado que las políticas de la Generalitat, como en el caso de la Ley de Barrios, se han demostrado poco efectivas.

Recoder, visiblemente molesto, ha acusado a los socialistas de "estar batiendo récords en cinismo" porque desde el Gobierno piden austeridad a las autonomías pero en los parlamentos regionales defienden todo lo contrario.

"Nos dejaron una mochila, pero llena de piedras y no de víveres. Sacaremos el país del pozo donde lo han dejado", ha sentenciado el conseller en referencia a la gestión del tripartito. El comentario de Recoder, que también ha recordado que el Govern ha gastado este año 62 millones en esta ley, ha encendido el ánimo de la bancada de la posición, que ha obligado a la presidenta de la Cámara, Núria de Gispert, a pedir tranquilidad a los parlamentarios.