Ecologistas en Acción, que ha precisado que la temporada de caza se está desarrollando en una situación de sequía excepcional, ha pedido a la Consejería de Agricultura que se suspenda la temporada, al menos hasta una semana después de las primeras lluvias de otoño para evitar daños a las especies, el sufrimiento de los perros de caza y el riesgo de incendios.

Y es que, según ha indicado en nota de prensa la organización, la situación afecta de manera particularmente grave a Castilla-La Mancha.

Además, han condenado que la temporada de caza se ha iniciado un año más sin que los graves problemas ligados a la gestión cinegética en España se hayan afrontado ni solucionado, "una muestra del descontrol y falta de criterio existente en la materia".

Alertan de que la falta de agua y también de comida, provoca que los animales se encuentren debilitados y concentrados entorno a los bebederos. "Ello da lugar a la muerte por agotamiento y estrés, al cobro de un mayor número de piezas o, lo que es peor, a que aumenten los incidentes por disparo a especies protegidas", han indicado.

Por otra parte, la proliferación de personas y vehículos deambulando por el monte supone un incremento notable y evidente del riesgo de incendios forestales, criticando que a los cazadores se les permite hacer cosas, como andar campo a través, fumar o introducir coches en caminos, que no se permiten al resto de usuarios del medio natural.