Las policías locales de Roses y La Jonquera, conjuntamente con los Mossos d'Esquadra, han hecho balance este jueves del trabajo realizado este verano en relación a la venta ambulante y el top manta en la zona del Alt Empordà; en el que han decomisado 4.000 kilogramos de material diverso y han levantado 391 actas entre junio y septiembre de 2011.

En rueda de prensa, el jefe de la Región Policial de Girona de los Mossos d'Esquadra, el comisario Joaquim Belenguer, ha detallado que se han hecho un total de 15 dispositivos especiales entre Roses y La Jonquera; uno de ellos, del pasado 27 de julio, permitió recuperar 1.200 kilos de material, lo que representaba cerca de 6.000 productos en una sola actuación.

"Es un tema por el que hemos trabajado mucho y al cual hemos dedicado muchos esfuerzos", ha apuntado Belenguer, quién también ha recogido que solamente en cuatro meses se ha reducido entre un 30 y un 40 por ciento la presencia de vendedores y se han conseguido más de un 35 por ciento de decomisos que en 2010.

El comisario ha concretado que en el caso de Roses se ha trabajado diariamente en el problema con acciones tanto preventivas como reactivas y que, como mínimo, se ha puesto una denuncia a cada uno de los vendedores, la mayoría de ellos con nacionalidad subsahariana.

En Roses destaca más la venta top manta, con material tan diverso como ropa, gafas, bolsos, monederos, cinturones, gorras, juguetes y bisutería, unos objetos que normalmente no son falsificaciones, sino productos de mala calidad; las actuaciones en esta localidad acabaron con ocho detenidos por atentado a la autoridad.

En La Jonquera en la zona límite con la frontera francesa, en cambio, se venden principalmente gafas y relojes falsificados; durante estos meses se pusieron 148 denuncias y se detuvo a una persona por un delito contra la salud pública.

Se desmonta el mito

Entre las principales conclusiones de los cuerpos que han trabajado contra la venta ilegal este verano destaca, según ha explicado Belenguer, que cada vez se tiene más información sobre los vendedores, unos datos que les indican que "tienen montado un negocio lucrativo y estructurado", pero aún así se desmonta el mito de que hay una estructura superior y que los vendedores son el último eslabón.

"Es una teoría falsa, al menos en el caso de Roses, ya que son los propios vendedores los que adquieren el material en almacenes del área metropolitana de Barcelona", ha dicho el comisario.

Estos vendedores compran en grupo para conseguir mejores precios, venden productos de mala calidad y no pagan impuestos, lo que hace que los vendedores de la localidad no puedan competir con ellos, ha continuado.

"Es un negocio lucrativo, no tienen competencia y además cuentan con hasta cuatro vigilantes por vendedor para avisar de la presencia de los agentes, lo que indica que el negocio les da beneficios y les permite mantener este infraestructura que también incluye locales, pisos y vehículos", ha especificado Belenguer.

El comisario también ha expuesto que se encuentran con dificultades legales para hacer frente a este tipo de venta ilegal ya que según la última reforma del Código Penal, con una modificación a la baja, si estos vendedores no tienen un beneficio superior a 400 euros no se considera un delito, por lo que no se puede detener a los individuos, ni tampoco pedir diligencias para registros.

La policía también ha detectado un incremento de la violencia por parte de los vendedores ilegales; como consecuencia este verano han resultado heridos 14 agentes víctimas de agresiones por parte de los vendedores, mientras que no se tiene constancia de que haya habido ninguno de ellos herido.

Finalmente, la policía ha notado una mayor concienciación por parte del turista nacional, mientras que los extranjeros continúan respaldando a los vendedores del top manta e incluso se contrarían cuando los agentes actúan, ha comentado Belenguer.

El subdirector territorial de Interior en Girona, Albert Ballesta, ha valorado positivamente el trabajo realizado este verano y ha insistido en que su objetivo es eliminar la venta ilegal, "dejarla a cero".