José María Aznar, expresidente del Gobierno, ha dado por hecha la victoria del Partido Popular en las elecciones del 20 de noviembre de 2011 y ha acusado a los socialistas de salir “muy caros” en su discurso durante la convención del PP en Málaga para concretar su programa político.

Desde el prácticamente el principio, Aznar ha atacado la política antiterrorista del Gobierno, al que ha acusado de rendirse y permitir que accedan "a las instituciones". Ha asegurado que fue el PP quien, “cuando otros apostaban por el empate infinito”, comenzó a intentar “acabar con ellos”. “El perdón es un derecho que solo pertenece a las víctimas y Bildu", ha sentenciado, "no son hombres de paz”.

Durante su intervención, Aznar ha dedicado dos recuerdos que han arrancado aplausos al público. Uno ha sido el de José María Martín Carpena, asesinado por ETA en el año 2000. El segundo, cuando ha contado su visita a Manuel Fraga, fundador del PP.

Tras contar los 45 días que faltan para la cita electoral, Aznar ha acusado a los socialistas de la difícil situación que se enfrentará el candidato Mariano Rajoy a su llegada a La Moncloa. Según Aznar, Rajoy se enfrenta a una situación peor que la que, asegura, recibió él en 1996.

“Ha estallado la burbuja socialista”, ha exhortado a sus fieles, “y cinco millones de parados les contemplan”. Aznar ha resumido el proyecto en una frase, la “revolución de la normalidad”.

En su enumeración de hacía donde llevaría esta “revolución”, Aznar ha hecho referencias al “respeto a la vida humana”, “a que todos puedan disfrutar del espacio público”, a “la austeridad” y a “la lengua común”.

“La inmensa mayoría de los españoles nos dieron la confianza en [las elecciones municipales de] mayo”, ha concluido, “es tiempo de pedir un mandato claro, es tiempo de Mariano Rajoy”.