El secretario general de UGT de Euskadi, Dámaso Casado, ha lamentado que el lehendakari, Patxi López, "ya no cuenta con los sindicatos", al no convocar la mesa de diálogo social, donde "según se comprometió, se negociarían las propuestas trasladadas al Parlamento en relación a la creación de empleo". Por ello, ha exigido "un giro" en las políticas del Gobierno vasco "porque si no, da la impresión de que está en manos de la patronal".

Los secretarios generales de UGT y CC.OO en Euskadi, Dámaso Casado y Unai Sordo, respectivamente, han participado en una concentración en la Plaza Circular de Bilbao bajo el lema "El trabajo decente no es un privilegio. Borrokatu bere alde" con motivo de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente.

Casado se ha mostrado "sorprendido y cabreado" con la "actitud" del lehendakari, Patxi López, y ha señalado que, al no convocar la mesa de diálogo social, "da la impresión de que va a intentar acortar los derechos sociales de los trabajadores" y "está haciendo cosas que no tienen nada que ver con la democracia".

"Si no se produce un giro en las políticas del Gobierno vasco, significará que no quiere saber nada de los trabajadores del País Vasco, que son los que están perdiendo su empleo y sus derechos, y eso ya no es democracia", ha indicado.

A su juicio, actualmente son los mercados "los que mandan" mientras que "aquí no hay ningún paso en serio, y las propuestas de presupuestos del próximo año van a ser mucho más duros, con lo cual el paro va a seguir creciendo, lo que generará una época muy dura que espero que no se parezca a la vivida en los años 80".

Sindicatos "internacionales"

Por su parte, el secretario general de CC.OO Euskadi, Unai Sordo, ha considerado que el sindicalismo "debe reforzarse a nivel internacional, de la misma manera que estamos exigiendo que, en Europa, los Estados cedan parte de su soberanía para hacer frente a los especuladores".

A este respecto, ha apostado por que el sindicalismos "dé pasos" para constituirse como "un movimiento internacional más potente, aunque eso implique una cesión de soberanía por parte de las confederaciones sindicales".

Por otro lado, en relación al lema de la concentración "El Trabajo no es un privilegio", Sordo ha lamentado que "se utiliza la palabra privilegio de una manera dirigida y totalmente sesgada".

"Se empieza a decir que el trabajador fijo es un privilegiado con respecto al trabajador personal, que el que trabaja en lo público es un privilegiado en comparación con los que trabajan en la empresa privada, y esto supone una trampa dialéctica que cuestionan el derecho al trabajo en unos estándares de calidad", ha explicado.

A su juicio, esta reflexión tiene una "gran importancia" en un momento como el actual, en el que "se están cuestionando bases fundamentales del modelo laboral y negociación colectiva tal y como las hemos conocido".

Según ha añadido, "parte" de los elementos de crisis que nos afectan tienen que ver con la "pérdida" de centralidad del trabajo "como generador de valor en la sociedad, al pensar que se podía generar valor a través del crédito a tutiplén y la especulación".

Sordo ha finalizado indicando que la "verdadera riqueza" de un país es la "riqueza que genera su trabajo y, por lo tanto, la riqueza generada por sus trabajadores y trabajadoras".