Rusia y China paralizan en la ONU la condena a Siria de la UE

  • La propuesta era de Francia, Reino Unido, Alemania y Portugal.
  • No incluía sanciones contra Bachar al Asad, pero sí condenaba la represión de las manifestaciones internas contra su régimen.
  • EE UU abandona la reunión al ser acusado por Siria de genocidio por apoyar a Israel y usar de continuo el veto.
Los representantes permanentes ante las Naciones Unidas de la India, Hardeep Singh Puri (centro), y de Líbano, Nawaf Salam (derecha), registran sus abstenciones sobre la resolución de condena a Siria por la represión contra los manifestantes que habían presentado los cuatro miembros de la Unión Europea
Los representantes permanentes ante las Naciones Unidas de la India, Hardeep Singh Puri (centro), y de Líbano, Nawaf Salam (derecha), registran sus abstenciones sobre la resolución de condena a Siria por la represión contra los manifestantes que habían presentado los cuatro miembros de la Unión Europea
EFE/Paulo Filgueiras
Los representantes permanentes ante las Naciones Unidas de la India, Hardeep Singh Puri (centro), y de Líbano, Nawaf Salam (derecha), registran sus abstenciones sobre la resolución de condena a Siria por la represión contra los manifestantes que habían presentado los cuatro miembros de la Unión Europea

Rusia y China ejercieron hoy su derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para evitar que se aprobara la resolución de condena a Siria por la represión contra los manifestantes que habían presentado los cuatro miembros de la Unión Europea (UE) que se sientan en el órgano.

Tras negociaciones de último momento, las delegaciones de Francia, Reino Unido, Alemania y Portugal no pudieron evitar el doble veto a su texto de condena contra el régimen del presidente sirio, Bachar al Asad.

La propuesta no conllevaba acciones concretas, sino un rechazo de la ONU a la violenta represión de las protestas, en las que han muerto varios miles de personas.

Rusia ya había anunciado el veto, al considerar "inaceptable" la condena de los países miembros de la UE. Siria y Rusia mantienen relaciones preferentes, tanto políticas como comerciales.

La delegación de EE UU abandonó la reunión después de que el representante de Siria acusara a los estadounidenses de "apoyar el genocidio" al proteger a Israel y negar derechos a los palestinos.

La embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Susan Rice, y el resto de diplomáticos norteamericanos se levantaron y abandonaron la sala del Consejo mientras intervenía el representante sirio, Bashar Jafari.

Jafari aseguró que EE UU ha usado su poder de veto cincuenta veces desde 1945 para proteger a Israel, por lo que podría ser acusado de participar en el genocidio que llevan a cabo los israelíes contra los palestinos.

"Los sirios que quieren que se respeten los derechos humanos universales y que se cumplan sus aspiraciones de libertad han sido abofeteados por varios miembros del Consejo de Seguridad", dijo Rice, quien lamentó que algunos países hagan "todo lo necesario para defender a los dictadores que siguen el camino de la guerra".

Tras ese veto, los embajadores de los cuatro países de la UE comparecieron juntos ante la prensa y mostraron su compromiso de "redoblar sus esfuerzos para trabajar con sus socios internacionales e incrementar la presión sobre el régimen de Bachar al Asad y mostrar al pueblo de Siria que no será olvidado".

"No nos damos por vencidos", indicó el embajador francés ante la ONU, Gérard Araud, quien dijo que él y sus socios europeos volverán en algún momento al Consejo con un nuevo proyecto de resolución.

"Movimiento unilateral y acusatorio"

El embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, aseguró que su país no puede estar "de acuerdo con este movimiento unilateral y acusatorio contra Damasco" y señaló que la apuesta europea no promocionaría una solución pacífica a la crisis, como desea Rusia.

"Es inaceptable la amenaza de un ultimátum de sanciones contra las autoridades sirias", argumentó el embajador, quien dijo que la mayoría de los sirios quieren "un cambio político gradual" al tiempo que cargó contra los grupos sirios opositores extremistas.

El veto a la resolución europea propició la protesta de algunas organizaciones humanitarias, como Human Rights Watch (HRW), cuyo director en la ONU, Philippe Bolopion, acusó a Rusia y China de "permitir al Gobierno sirio seguir con su aberrante campaña de represión" y quien lamentó "la pasividad" de India, Brasil y Sudáfrica ante el asunto.

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