Esquerra Unida (EU) Illes ha tildado de "doble canallada" el cierre de la mitad de los casales de barrio de Palma anunciado por el Ayuntamiento, así como el "cambio en el modelo de gestión" de estos locales iniciado en la pasada legislatura por el consistorio palmesano.

Así lo ha considerado EU en un comunicado puesto que, a su parecer, Palma necesita estos locales desde el punto de vista social. De hecho, opina que no sólo es contraproducente eliminarlos, sino que cree que debería de haber más de los 31 que existían hasta ahora debido al aumento poblacional.

Asimismo, EU cree que es una "canallada" que el actual equipo de gobierno haya iniciado un "cambio de modelo de gestión" impulsado durante la anterior legislatura, cuando las asociaciones vecinales gestionaban los casales de barrio con el apoyo financiero del Ayuntamiento por medio de subvenciones.

"Aquí se demuestra que la ideología es más importante que la economía porque el modelo de autogestión por parte de las entidades es más económico para el Ayuntamiento que el modelo de gestión a través de empresas", han lamentado desde EU.

En este sentido, el partido ha explicado que la gestión por parte de las asociaciones vecinales es más barata porque las subvenciones que se otorgan a estas entidades no pagan IVA ni beneficio industrial, mientras que los contratos con empresas sí.

Además, ha agregado también que la autogestión vecinal genera una "sinergia de implicación y de dedicación de tiempo y esfuerzos" que "contribuye poderosamente" al buen funcionamiento del centro y que no tiene ningún tipo de coste económico para el Ayuntamiento.

"Pese a ello, el gobierno del señor Mateo Isern renuncia a este modelo porque está más a gusto repartiendo contratos entre empresas y utilizando los casales como servicios municipales utilizados clientelarmente que impulsando el movimiento asociativo y poniendo casales verdaderamente al servicio de la ciudadanía", ha aseverado el partido.

Desde EU han subrayado que los casales de barrio cumplen, con la realización de talleres, una función cultural de la que participan personas "muy diversas desde el punto de vista social" y que "resultan imprescindibles para las personas de economías más modestas que tienen dificultades para acceder a las academias privadas".

Además, han añadido que estos locales son "instrumentos de cohesión social del barrio", ya que suponen un punto de encuentro entre las entidades y los vecinos, en los que se programan actividades comunitarias "particularmente necesarias" en estos momentos de crisis.