El Ayuntamiento de Santiago aprueba, con los votos de PP y PSOE, otorgar a una calle el nombre de Manuel Fraga

El BNG censura el reconocimiento a "un copartícipe de la dictadura al máximo nivel" y el PSOE opta por su faceta de "amigo de Santiago"
Pancartas De Rechazo Por Parte De Asistentes Al Pleno
Pancartas De Rechazo Por Parte De Asistentes Al Pleno
EUROPA PRESS
Pancartas De Rechazo Por Parte De Asistentes Al Pleno

El pleno del Ayuntamiento de Santiago de Compostela ha decidido este jueves, con los votos favorables de PP y PSOE y la oposición del BNG, otorgar a una calle de la capital gallega el nombre del veterano político Manuel Fraga.

El impulsor de esta propuesta, el alcalde, Gerardo Conde Roa, argumentó que se trata de "una cuestión de justicia" con una persona que "siempre apoyó a la ciudad" y que dejó en ella "una impronta imborrable". Dicho esto, consideró que, "a estas alturas", ponerle su nombre a una calle de Compostela sería "un detalle de cariño para quien dio mucho" por esta urbe.

Contó con el respaldo del PSOE local, cuyo portavoz, Xosé Sánchez Bugallo, recordó que "impulsó" de los Años Santos de 1993 y 1999 y que jugó un importante papel en la concesión a Santiago de la capitalidad. De hecho, señaló que ya recibió distinciones como la de 'Hijo Adoptivo' y la Medalla de Oro de la ciudad, que también se concedieron al expresidente del Gobierno Felipe González.

Por ello, defendió que, "más allá de las controversias políticas", poner a una calle compostelana el nombre de Fraga supone "un reconocimiento" a "un presidente que conoce, quiere y respeta a Santiago". "Por mucho que esté en nuestras antípodas ideológicas", apostilló, después de indicar que el callejero de la urbe "preserva" los nombres de "quienes hicieron aportaciones significativas".

"copartícipe de la dictadura"

Enfrente, el representante del BNG en el debate, Rubén Cela, mostró su "disconformidad" con "una decisión política que no es neutra" y que los populares utilizan, a su juicio, para "honrar a un referente ideológico de la derecha" pese a tratarse de "una figura controvertida". Entre las "poderosas razones para el no" a esta iniciativa, esgrimió que "fue ministro de una dictadura de la que fue copartícipe al máximo nivel" y que "nunca condenó".

Tras recordar las "terribles consecuencias" que tuvo la dictadura franquista en España, se centró en las actuaciones de Fraga desde el Ministerio de Información y Turismo relativas a Galicia: "prohibió obras como 'Sempre en Galiza' y condenó a Alberto Míguez por la publicación de 'O pensamento político de Castelao", reseñó, y criticó que "en su etapa democrática" acudía a "poner flores en la tumba de Castelao y repartía medallas con su nombre".

"Creemos que es motivo suficiente para no honrar a una figura de estas características, al margen de su actuación como presidente de la Xunta, que también es discutible", concluyó, partidario de "no descafeinar el pasado". En su turno, Bugallo admitió que Fraga tuvo "una larga trayectoria" en la vida pública en la que hay "luces y sombras", pero apostó por quedarse con la faceta "del Fraga amigo de Santiago", ya que el pasado "no puede condicionar todo".

Y, a renglón seguido, recordó que el 6 de diciembre de 1978 fue ratificada en referéndum la Constitución española, documento que "pasa una página en la historia de España para empezar a escribir un nuevo capítulo". "No todos, pero algunos de nosotros tuvimos la suerte de votar esa Constitución", sentenció.

Por su parte, la portavoz del PP local, Paula Prado, afeó "la bilis y la acidez" que desprenden de las palabras del nacionalista, a cuyo grupo se refirió como "Be-Ene-Gé", e ironizó con que, con estos componentes, tal vez "el mensaje se autodestruya". "Aunque es tan mezquino, que a lo mejor se destruye la propia organización", remarcó, sin entender su postura ante —bajo su criterio— "un acto de justicia tan incontestable" como poner a una calle el nombre del expresidente gallego.

"desprecio e indiferencia"

Oída la edila popular, Rubén Cela concedió que "el PP actual acabará haciendo bueno a Fraga", ya que "nunca hubo tantos ataques a la lengua y a la cultura gallegas" como en la actualidad y la ciudad "nunca estuvo tan mal atendida por la Xunta".

Después de censurar que el PP le tilde de "mezquino", ironizó con la posibilidad de incluir alguna frase del político vilalbés en la placa en la que figure su nombre. "Aquella de 'Con Franco siempre era posible entenderse', la de 'A los nacionalistas había que colgarlos de algún sitio' o la de que 'Los homosexuales funcionan al revés", citó.

"Indiferencia y desprecio es lo que se merecen", reprendió la concejala popular, manteniendo su discurso en castellano. Tras reafirmarse en lo "mezquino" de las consideraciones del Bloque, recalcó que "los electores" también muestran a la formación frentista estos sentimientos "proceso tras proceso en los últimos tiempos".

Dirigiéndose a la bancada socialista, reprochó a Bugallo que no tuviese "el valor" de traer esta iniciativa mientras ostentó la Alcaldía por estar "secuestrado" por sus socios de gobierno. "Pero valoramos que ahora se sume", finalizó, después de que el socialista le recriminase su "poca altura de miras" y cuestionar que ella hiciese "lo mismo con alguien de una ideología opuesta". AGRADECIMIENTO

Tras la votación, Conde Roa tomó la palabra ante el pleno municipal para agradecer la postura del PSOE y comprometerse, recogiendo el guante lanzado por Bugallo, a abordar la posibilidad de conceder el mismo reconocimiento que a Fraga a "políticos de distinta ideología".

En cuanto al BNG, felicitó en tono irónico a Cela por "haberse convertido en un auténtico experto en Fraga" tras su recorrido por la trayectoria política del veterano dirigente popular.

Entre el público asistente, varios miembros de Galiza Nova —la organización juvenil del Bloque— portaban pancartas para mostrar su rechazo a la designación de una calle de Santiago con el nombre de Manuel Fraga.

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