El presidente cántabro le regala a Maragall la pulsera conmemorativa del año lebaniego

El presidente de Cantabria, Miguel Angel, Revilla, entregó hoy en el Senado la pulsera que conmemora el año mágico de su región al presidente de la Generalitat, Pascual Maragall, tras garantizar desde la tribuna que "trae suerte, fomenta la solidaridad y convivencia y es antídoto contra los separatismos".

Revilla deseó "larga vida al Estatut" y expresó su intención de colocar a Maragall la pulsera con los colores blanco y rojo de la bandera cántabra, aunque finalmente se la entregó en mano tras bajar del estrado.

El presidente cántabro es el único con su cargo que ha acudido a la reunión, además de Maragall, para intervenir ante la comisión General de las Comunidades Autónomas que desde hoy debate el proyecto de reforma del estatuto catalán en la Cámara Alta.

Una vez más, Revilla concitó el interés del auditorio con un discurso algo atípico para el foro parlamentario (la última vez que acudió al Senado pronunció la recordada frase "España me pone"), y salpicado de reflexiones y anécdotas históricas.

Así, al final de su intervención se quitó la pulsera que llevaba en la muñeca y la alzó para mostrarla mientras iniciaba el relato de la conmemoración de "el año santo lebaniego" que comenzó el pasado 23 de abril.

La reconquista, en Cantabria

"Sólo hay cuatro lugares santos en el mundo, Jerusalén, Roma, Santiago y Santo Toribio de Liébana. En el año 750 vivía allí, al lado de Potes, Beato de Liébana, que no era beato, se llamaba Beato y luego fue santo", narró Revilla.

Recordó que este personaje fue capaz de mantener la ortodoxia cristiana frente a las tesis del hereje Elipando en Toledo, se relacionó con Carlomagno e hizo de Liébana un centro de atención de peregrinos que venían de Francia.

"Este hombre", dijo Revilla, fue el primero que dijo "patrón de España, Santiago", y así "fue el foco del inicio de esa grandiosa realidad que es España, porque fue el foco de la reconquista allá en aquella tierra".

El regalo para Maragall fue recordado poco después por el consejero de Relaciones Institucionales del gobierno valenciano, Esteban González Pons, que explicó al president: "Yo llevo muchas pulseras, de hecho los que no me quieren en mi comunidad me llaman el pulseritas, aunque por lo que pueda venir no le voy a dar ninguna".

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