Unión, Progreso y Democracia (UPyD) en Baleares ha anunciado que convocará elecciones primarias el próximo 17 de septiembre en las islas para elegir al cabeza de lista por esta comunidad para el Congreso de los Diputados y a la persona que el partido propondrá como candidato a la Presidencia del Gobierno de España de cara a los comicios generales del 20 de noviembre.

El partido ha informado en un comunicado de que están llamados a votar todos los afiliados de UPyD. El plazo de inscripción de los candidatos para encabezar tanto la lista provincial de Baleares como la de la candidatura a la presidencia nacional se abrieron el pasado 1 de septiembre.

El proceso terminará el día 17 con la elección directa en tres mesas electorales sitas en Palma, Menorca e Ibiza. La elección también se podrá hacer vía telemática en los lugares indicados por el partido. Asimismo, se establecerán mesas electorales en todas las provincias españolas, de tal forma que si un afiliado de Baleares está de viaje el día 17 por la Península, podrá votar en cualquier mesa electoral de cualquier provincia.

El portavoz de UPyD en Baleares, Juan Luis Calbarro, ha asegurado que éste es el "único partido de España" cuyos estatutos obligan a la convocatoria de elecciones internas primarias siempre que se convoque cualquier tipo de comicios municipales, autonómicos o nacionales, y a las que puede concurrir como candidato cualquier afiliado, sin necesidad de contar con ningún aval, "con la sola fuerza de su decisión personal", ha apostillado.

Calbarro ha criticado que los "partidos españoles", especialmente los dos mayoritarios -PSOE y PP- "prefieren cualquier otro método para elegir a sus cabezas de lista" como "el nombramiento a dedo" o "la imposición de un clan".

En esta línea, ha afirmado que estas formaciones políticas "prefieren ignorar a sus militantes, que sólo existen para pagar cuota, si la pagan, y para hacer bulto en los mítines".

Asimismo, ha agregado que, en caso de que decidan celebrar elecciones primarias como "vía de excepción", "exigen a los candidatos tal cantidad de avales que es como si en una democracia oligárquica sólo se permitieran presentarse como candidatos a los ricos".