En el operativo trabajaron desde las 10 de la mañana dos grúas de 100 y 70 kilos con una capacidad de 30 y entre 15 y 20 toneladas respectivamente, que se encargarán de sacar el cuerpo del cetáceo, que pesa unas 20 toneladas, hasta ponerlo en un camión.

La técnica para sacar la ballena del agua consistía en rodear con cuerdas su cuerpo, que se encuentra muy hinchado, para después izarlo, cubrirlo con una lona y trasladarlo a un camión.

 No servirá para la ciencia

Todavía no se sabe el destino final de la ballena, aunque de momento se descarta que el cadáver del animal pueda ser utilizado para investigación dado el avanzado estado de descomposición en que se encuentra.

El animal fue descubierto el jueves poco después de la llegada del ferry que la arrastró muerta hasta el interior del puerto.

Cuando intentaban desligarla del banco, la ballena se hundió y los buzos se encargaron de fijarlo a una cierta distancia del Moll Adosat ya que en esa zona es por donde circulan las embarcaciones que entran y salen de la instalación.

La ballena salió a flote a unos 20 metros del Moll Adosat, que tiene unos 12 metros de profundidad, y se trasladó al Moll Contradic Sud, donde quedó amarrada.

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