El Consejo confirma un adelanto en la maduración y un buen estado vegetativo y sanitario del viñedo en Rioja Baja

El Consejo Regulador de la DOC Rioja ha comenzado en la subzona de Rioja Baja el control de maduración de la uva, importante servicio que presta este organismo al sector con el objetivo de determinar la fecha idónea de vendimia en cada localidad y permitir así optimizar la calidad de los vinos.
Unos trabajadores en una vendimia
Unos trabajadores en una vendimia
EUROPA PRESS
Unos trabajadores en una vendimia

El Consejo Regulador de la DOC Rioja ha comenzado en la subzona de Rioja Baja el control de maduración de la uva, importante servicio que presta este organismo al sector con el objetivo de determinar la fecha idónea de vendimia en cada localidad y permitir así optimizar la calidad de los vinos.

Los resultados de los análisis de las muestras recogidas por los veedores del Consejo permiten ofrecer un primer balance cualitativo de la situación actual y perspectivas de la cosecha 2011 para esta subzona de Rioja, que cuenta actualmente con una superficie de viñedo productivo de 22.560 hectáreas, que representan el 36,7 por ciento sobre el total de 61.310 de la Denominación.

Según las conclusiones del primer Boletín de Maduración elaborado por el Consejo, lo más significativo en estos momentos es que el viñedo presenta una buena evolución de la maduración, con equilibrio de los distintos parámetros cualitativos de la uva, como color, acidez, grado alcohólico, etc. Destaca igualmente el buen estado vegetativo y sanitario, así como un adelanto en la maduración de 7 a 10 días respecto a la media de los últimos años.

Al servicio de la calidad del rioja

Los actuales criterios de calidad han permitido romper con algunos comportamientos del viticultor basados en la rutina. Todo el mundo entiende hoy que elegir adecuadamente la fecha de vendimia resulta fundamental para obtener la máxima calidad del fruto cosechado. El objetivo principal es cortar la uva en su punto óptimo de maduración, cuando ésta presente el mejor equilibrio posible entre todos sus componentes. Para saber cuando ha llegado ese momento, el viticultor cuenta actualmente con la inestimable ayuda del Consejo Regulador.

Los servicios Técnicos de este organismo, en la fase final del ciclo de la cosecha, realizan el control de maduración de la uva con el fin de facilitar a todos los viticultores información técnica sobre las fechas de vendimia más adecuadas en cada localidad en función de la evolución del viñedo.

En cuanto a la metodología que se sigue para la toma de muestras, se subdivide el territorio de la D.O. en 20 zonas vitícolas, dada la diversidad climática que presenta, coincidiendo la variación con su orografía y con la gradación progresiva de la altura del valle del Ebro, cuyas cotas van de 300 a 700 m. Los viñedos "testigo" -55 en total- se han elegido teniendo en cuenta su grado de representatividad de la zona en que se ubican, tomándose en cada uno de ellos 100 bayas de 33 cepas diferentes (dos bayas son del hombro y una del ápice de cada racimo).

Las muestras recogidas por los veedores del Consejo son analizadas en los tres laboratorios oficiales de la Denominación: Estación Enológica de Haro, Estación Enológica de Olite y Casa del Vino de Laguardia. Los parámetros analizados son los que, al alcanzar el equilibrio idóneo entre sí, permiten determinar el momento óptimo de madurez de la uva: peso de la uva, grado alcohólico probable, acidez total tártrica, pH, ácido málico, potasio, índice de polifenoles totales, antocianos e intensidad colorante.

El boletín de resultados publicado por el Consejo especifica la localidad y paraje en que ha sido tomada cada una de las muestras, dato que sumado al de variedad, altitud y año de plantación del viñedo "testigo" permite al viticultor establecer una comparación con sus propios viñedos en función de su ubicación y características. El Consejo realiza semanalmente este control hasta el comienzo de la vendimia en cada zona.

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