El papa carga contra quienes"se creen dioses y deciden sobre quien es digno de vivir"

  • Fue aplaudido y aclamado en su nuevo paseo por las calles de Madrid.
  • Gallardón le entregó la Llave de Oro de la ciudad.
  • En Cibeles pronunció un nuevo discurso, el segundo, ante miles de peregrinos.
Miles de peregrinos llegados de casi todo el mundo llenan la calle Alcalá y la plaza de Cibeles
Miles de peregrinos llegados de casi todo el mundo llenan la calle Alcalá y la plaza de Cibeles
Kiko Huesca / EFE
Miles de peregrinos llegados de casi todo el mundo llenan la calle Alcalá y la plaza de Cibeles

Nuevo paseo por Madrid y nuevo derroche de aplausos y vítores para el papa Benedicto XVI. El pontífice volvió a recorrer las calles de Madrid con su 'papamóvil' en la tarde de este jueves con destino a la Puerta de Alcalá y la plaza de Cibeles y fue aclamado por los miles de peregrinos que 'invaden' la capital. El papa inició su viaje desde la Nunciatura Apostólica, donde reside estos días.

Fue recibido en la plaza de la Independencia por el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, quien le entregó la Llave de Oro de la ciudad, un detalle que implica la acogida a un visitante ilustre. A continuación, atravesó simbólicamente la Puerta de Alcalá acompañado de 50 jóvenes de los cinco continentes, todos ellos vestidos a la manera tradicional de sus países. Mientras, las banderas de distintos países ondeaban bajo la atenta mirada de peregrinos y curiosos. El papa también plantó, simbólicamente, un esqueje de olivo como recuerdo de su visita.

Tras 'plantar' el olivo, el papa ha sido "saludado" con reverencias y caracoleos de seis caballos andaluces de Domecq. Dos niños de esta familia, ataviados con trajes típicos andaluces con los colores del Vaticano (blanco y amarillo), han bajado de los caballos para entregarle un cuadro de la Virgen de la Almudena, patrona de Madrid.

Gallardón dio las gracias al papa por venir a Madrid y le comentó que su visita es un regalo histórico que hace a la ciudad muy feliz. La esposa del alcalde también ha saludado a Benedicto XVI en la plaza, en la que estaban otros miembros municipales, incluidos representantes del PSOE y UPyD, pero no de IU, aunque no ha estrechado la mano de ninguno de ellos. En todo momento el papa ha estado acompañado por el arzobispo de Madrid, el cardenal Antonio María Rouco Varela.

Posteriormente, el papa se desplazó hasta la plaza de Cibeles, donde los jóvenes peregrinos que participan en Madrid en la Jornada Mundial de la Juventud le dieron la bienvenida. La céntrica y emblemática plaza estaba abarrotada. De nuevo gritos, aplausos y vítores a favor del papa, más aún cuando subió al escenario. Primero habló Rouco Varela, que volvió a dar la bienvenida a Benedicto XVI. "La inmensa mayoría de los españoles, el pueblo de España, tiene las puertas abiertas al papa, como demuestra el acogimiento que se le ha brindado", dijo el arzobispo.

Segundo discurso

A continuación, el santo padre se dirigió a la multitud en el que ha sido su segundo discurso de las 12 intervenciones públicas que tendrán lugar durante esta visita de cuatro días a Madrid. "Descubrid a Dios y amadlo aún más", empezó el papa ante el delirio de los jóvenes católicos. "Es una inmensa alegría encontrarme aquí con vosotros, en el centro de esta bella ciudad de Madrid, que hoy es también capital de los jóvenes del mundo y donde toda la Iglesia tiene puestos sus ojos", les dijo.

Benedicto XVI hizo votos para que el mensaje de esperanza de Cristo "resuene" por todos los rincones de Madrid "y tenga eco también en el corazón de los que no creen o se han alejado de la Iglesia". El Obispo de Roma saludó en francés, inglés, italiano, alemán, portugués y polaco y exhortó a los jóvenes a buscar la Verdad, "que no es una idea, una ideología o un eslogan, sino una Persona, Cristo, Dios mismo que ha venido entre los hombres".

"!Qué estas jornadas llenas de oración, enseñanza y encuentros, os ayuden a descubrirlo para amarlo más. Que Cristo os acompañe durante este tiempo intenso en el que todos juntos lo celebraremos y le rezaremos", afirmó. El Obispo de Roma dijo también que Cristo es quien "da verdadero sentido a nuestra vida y afirmó que la Iglesia necesita a los jóvenes y que los jóvenes tienen necesidad de la Iglesia.

"Algunos se creen dioses"

Poco después, el papa ha arremetido contra "los que se creen dioses y deciden sobre quien es digno de vivir o puede ser sacrificado". "Hay muchos que creyéndose dioses piensan no tener necesidad de más raíces ni cimientos que ellos mismos. Desearían decidir por sí solos lo que es verdad o no, lo que es bueno o malo, lo justo o lo injusto, decidir quién es digno de vivir o puede ser sacrificado en aras de otras preferencias", ha dicho el papa.

El Obispo de Roma ha agregado que "esos que se creen dioses" se dejan llevar por el impulso de cada momento y ha advertido a los jóvenes que esas "tentaciones están siempre al acecho". "Es importante no sucumbir a ellas porque en realidad conducen a algo tan evanescente como una existencia sin horizontes, una libertad sin Dios", ha señalado.

Poco después de las 21.00 h. el papa terminó su discurso y llegó la hora de la despedida. De camino a la Nunciatura Apostólica, de nuevo fue aclamado por la multitud que aún se mantenía en el recorrido, que poco a poco se iba convirtiendo en un desfile de banderas de vuelta al lugar de descanso de cada uno. Intenso día. Este viernes, más.

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