Los detenidos en Londres por los disturbios ocurridos en la ciudad entre el sábado y el martes pasados ascienden ya a 1.580 personas, de las que 330 son menores, y ya han sido procesadas 892, según los últimos datos de Scotland Yard.

La cifra aumenta en casi 180 personas con respecto a los detenidos en la capital británica hasta el domingo. Con este incremento, son ya más de 2.000 los detenidos en el conjunto del país.

El alcalde de Londres, Boris Johnson, envió una carta al Ministerio de Justicia en la que pide que los menores procesados por los disturbios pasen a las unidades educativas especiales para niños con problemas de conducta. En la actualidad, estos traslados sólo los pueden ordenar los responsables escolares.

Johnson consideró que esta medida serviría para aislar a los estudiantes más problemáticos y evitaría más problemas con otros compañeros y, al mismo tiempo, supondría un revulsivo para otros alumnos.

Las autoridades de la policía metropolitana de Londres auguraron este fin de semana que las detenciones, sólo en la capital, pueden llegar a las 3.000, porque aún quedan muchos participantes en los disturbios por identificar y prosiguen las investigaciones. Para ello, un equipo de 125 agentes visiona 20.000 horas de imágenes grabadas en cámaras de seguridad, y la policía ha hecho públicas muchas de ellas para pedir la colaboración ciudadana en las identificaciones.

Durante estos días, la imagen de David Cameron se está viendo muy perjudicada, no sólo por la ola de violencia callejera sino también por los continuos conflictos del Gobierno con las fuerzas policiales: primero por el mantenimiento de una polémica reforma del cuerpo de Policía que contempla una sustancial reducción del número de agentes y, en segundo lugar, por la falta de confianza y la tensión surgida entre la clase política y las fuerzas policiales.