La Policía desalojó este domingo a más de 50 miembros del 15-M que acampaban frente a un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Málaga. Los 'indignados' se concentraron en este punto para pedir que los inmigrantes que no habían cometido delitos fueran liberados, según informa La Opinión de Málaga.

La operación policial se ha saldado con seis heridos, uno recibió dos puntos de sutura en el labio y otro perdió unos segundos la conciencia: "ha habido pisotones, tortazos, puñetazos...", según ha comentado el responsable de Comunicación del movimiento 15-M en Málaga, Rafael Palomo, al diario.

Según Palomo, la Policía pidió a los 'indignados' que se movieran porque obstaculizaban la entrada al CIE, y ellos decidieron quedarse en el lugar y hacer "resistencia pacífica" cogidos de brazos y piernas, por lo que los agentes se los llevaron "uno por uno", a algunos de ellos arrastrados.

El traslado fue un "espectáculo de violencia sin ningún tipo de control" por el que el Movimiento del 15-M ha anunciado que va a interponer una denuncia.

El Movimiento 15M ha negado que imposibilitaran la entrada al centro y han afirmado que actuaron siempre de forma pacífica y sin impedir el normal funcionamiento de la instalación, incluso, pasaron la noche celebrando una asamblea para consensuar cómo debían actuar. Además, dicen tener todos los papeles requeridos para manifestarse legalmente.

Para los 'indignados', se están vulnerando los derechos de estos inmigrantes y recuerdan que no se puede retener a nadie más de 60 días sin presentar cargos contra él, sin embargo, según el 15-M "la mayoría de los 18 detenidos en el CIE cuentan con más de 15 noches en la cárcel donde se encierra a la gente cuyo único delito es no tener un permiso de residencia".

El origen de la protesta comienza en un joven argelino de 28 años, Sid Hamed Bouziane, que vino a España en patera tras huir de la Policía y permanece en el Centro, pendiente de su expulsión. Bouziane, fue detenido en Argelia por la Policía Militar acusado de ser un rebelde. Permaneció en prisión durante tres años y al salir, la Policía Militar pretendía reclutarle como informador, por lo que decidió huir hacia España.