El nuevo sistema de preferencia semafórica para los autobuses urbanos, Bilbobus, ha comenzado a funcionar este miércoles y se establecerá en 40 cruces de la Villa, priorizando los que cubren más tránsito de líneas de Bilbobus. Esta medida supondrá la reducción de más de siete toneladas de emisiones de CO2 al año, según ha informado el concejal de circulación y transportes de Bilbao, Asier Abaunza.

Esta medida aumentará la velocidad de este transporte público gracias al uso del Sistema de Ayuda a la Explotación que está implementado en la totalidad de la flota de autobuses Bilbobus y que mediante la señal de GPS permite localizar a cada autobús y aplicar la preferencia semafórica en el momento adecuado. Esta labor se realiza a través del Sistema Centralizado de Regulación Semafórica.

El 90 por ciento de los bilbobus se beneficiarán de esta iniciativa, que no se podrá aplicar en algunos sitios porque las características de la calle no lo permiten, ya que este sistema requiere que entre la baliza de entrada y el cruce no exista ninguna otra intersección ni parada de autobús y tampoco exista un paso de peatones, para que el autobús no se pare en esos tramos.

Esta iniciativa ha supuesto una inversión total de 105.000 euros que viene precedida de dos pruebas piloto. Una prueba se realizó en 2009 y se estableció en cinco cruces de los barrios Txurdinaga y Otxartkoaga y la otra prueba se ha realizado el pasado mes de junio y se aplicó al recorrido de cinco líneas que permitió calcular el ahorro en sosteniblidad previsto, constatando un ahorro de tiempo de entre el 2 y el 4 por ciento en cada una de esas intersecciones.

La puesta en marcha de la preferencia semafórica para Bilbobus supondrá la reducción de tiempo en su recorrido y en la emisión de contaminantes, además se ahorrará en el consumo de combustible que "hará más cómodo y ágil este transporte, mejorando las condiciones de conducción también", ha afirmado el concejal de Transportes.

Este servicio garantizará el cumplimiento de la Ley de Accesibilidad en los cruces, no disminuye el tiempo de paso para los peatones sino que adelanta el tiempo de la puesta en verde, "de tal manera que el tráfico del entorno no se vea afectado tampoco. Esto se visualiza desde la sala de control, donde se realizan los ajustes oportunos en los semáforos", ha afirmado Abaunza.