Los policías aseguran que la estación de Castelldefels carecía de la seguridad necesaria

  • Responsablees de Renfe y Adif afirman ante el juez que la estación barcelonesa cumplía con todas las medidas necesarias de seguridad.
  • Un testigo del accidente asegura que la avalancha les empujó.
Aspecto de la estación de Castelldefels Platja, tras el accidente.
Aspecto de la estación de Castelldefels Platja, tras el accidente.
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Aspecto de la estación de Castelldefels Platja, tras el accidente.

Los policías locales y los mossos que acudieron el pasado año a la estación de tren de Castelldefels tras el atropello mortal de 12 personas han asegurado este jueves ante el juez que la estación carecía de las medidas de seguridad necesarias, según el abogado de las familias de las víctimas.

La titular del juzgado de instrucción número 1 de Gavà ha tomado este jueves declaración a los agentes de la policía local y a los mossos, al maquinista del tren de Cercanías del que acababan de apearse las víctimas, al del tren Alaris que las arrolló cuando cruzaban las vías, así como a directivos de Renfe y Adif, vecinos de la zona y a otras personas que resultaron heridas en el atropello. El accidente se produjo la noche de San Juan de 2010, cuando un grupo de personas, en su mayoría jóvenes latinoamericanos, que acababan de apearse en la estación de Castelldefels para ir a una verbena en la playa atravesaron las vías sin utilizar los pasos subterráneos existentes y fueron arrolladas por un tren Alaris que pasaba a gran velocidad.

Tras la sesión de declaraciones de la mañana, el abogado de las familias de las víctimas, Andreu Van den Eynde, ha dicho a los periodistas que los policías que acudieron a la estación han asegurado ante la juez que en la instalación "no se daban las condiciones de seguridad necesarias" para hacer frente a una afluencia masiva de gente. Los policías, según el letrado, han reconocido ante la juez que esa noche sabían que se produciría una situación de afluencia masiva en la estación de Renfe.

Pese a ello, el letrado ha considerado, por su parte, que "curiosamente, en el momento de más afluencia de viajeros, Renfe -ha dicho- decidió que no hubiera seguridad ni personal en la estación". Por su parte, el maquinista del tren Alaris que arrolló a las víctimas ha asegurado que activó los mecanismos de alarma para evidenciar la llegada del tren, pero ha asegurado que "es imposible parar un tren", según Van den Eynde. Según la explicación del maquinista relatada por el letrado, "lo que se debe hacer es no bajar jamás a la vía, porque el tren no se puede parar ni cuando se producen situaciones tan excepcionales como la de aquella noche". Por su parte, según Van den Eynde, los representantes de Renfe y Adif que también han declarado ante el juez han asegurado que la estación cumplía las medidas necesarias de seguridad.

"No toda la culpa fue nuestra"

Por su parte, una de las testigos del accidente, que  sólo ha querido identificarse como Elisabeth, ha opinado que la estación no cumplía con las medidas de seguridad ya que no había vigilantes de seguridad ni informadores. Elisabeth ha asegurado: "todo estaba muy oscuro, tratamos de salir por el puente, que era la salida que conocíamos, pero estaba cerrado, y tratamos de salir de la estación por otros medios, pero la gran avalancha de gente que había empujaba a los usuarios a la vía". La joven, de 18 años, ha reconocido la "imprudencia" de las víctimas, pero considera: "no toda la culpa fue nuestra".

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