Zapatero y Merkel se reúnen en Berlín para hablar de Europa y de la política energética

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, cenará hoy en Berlín con la canciller alemana, Angela Merkel, con quien abordará asuntos de actualidad europea e internacional, como el futuro de la Constitución de la UE o la crisis por el programa nuclear iraní, así como asuntos de política energética de interés común, empezando por la Oferta Pública de Adquisición de acciones (OPA) de la eléctrica alemana E.ON sobre la española Endesa.

Ésta será la primera reunión más o menos larga entre Zapatero y Merkel, ya que hasta ahora sólo se han visto de manera breve al margen de encuentros multilaterales --la Cumbre Euromediterránea de Barcelona en noviembre y el Consejo Europeo celebrado en Bruselas en marzo--.

Los dos jefes de Gobierno celebrarán una reunión y una cena de trabajo, a invitación de Merkel, y debido a que ambos han considerado que no debían esperar a la próxima cumbre bilateral hispano-alemana para mantener una reunión de trabajo.

Dicha cumbre, que estaba prevista para el pasado otoño, ha sido pospuesta hasta el segundo semestre de 2006, a petición alemana, porque estas cumbres tienen un formato muy complejo, con participación de varios ministros y el equipo de Merkel lleva apenas cinco meses en el poder.

El presidente del Gobierno llegará a Berlín a las 17:00 horas, y posteriormente ofrecerá una conferencia de prensa junto a Merkel en la Cancillería alemana antes de que ambos se reúnan en el transcurso de una cena.

La opa sobre Gas Natural, sobre la mesa

Como era previsible, la situación energética comunitaria formará parte de la agenda de la entrevista tanto de forma general como en el ámbito bilateral, debido en este último caso a la opa presentada por la empresa alemana E.ON sobre Endesa (Gas Natural ha presentado otra opa sobre ésta) y de la que Zapatero tuvo conocimiento por una llamada telefónica de Merkel.

La eléctrica alemana presentó ayer ante la Comisión Nacional de la Energía (CNE) la documentación completa de la oferta y afirmó que espera una "nueva aprobación".

La CNE deberá analizar la OPA a la luz de las nuevas atribuciones que le otorgó el Gobierno a través de un real decreto --el que amplía el cometido de la llamada 'función 14'-- que ha despertado preocupación desde el punto de vista europeo y está siendo analizado en detalle por la Comisión Europea.

El Ejecutivo comunitario, por su parte, decidirá inminentemente sobre dos cuestiones vinculadas al asunto: si expedienta a España por este real decreto --una decisión que no tiene plazo y podría tomar en cualquier momento-- y si autoriza la propia OPA de E.ON sobre Endesa --como muy tarde el día 25--.

Además, hoy jueves la Sala Tercera del Tribunal Supremo deberá decidir sobre la petición de Endesa de que se impongan medidas cautelares contra la OPA lanzada por Gas Natural, entre ellas, que se suspenda la decisión del Consejo de Ministros que autorizó la OPA.

El futuro de Europa y de su Constitución

Pero Zapatero y Merkel también conversarán sobre el futuro de la Constitución Europea y sobre otros asuntos de interés comunitario, máxime teniendo en cuenta que Alemania asumirá la presidencia de turno de la UE en el primer semestre de 2007.

Los líderes abordarán la próxima Cumbre América Latina-Caribe, que se celebrará en mayo en Viena, y debatirán sobre qué hacer para resucitar la Constitución europea, un objetivo que Merkel mencionó ya en su primer Consejo Europeo, el pasado diciembre.

Alemania y España son los dos países grandes de la UE que han ratificado el texto --Alemania por la vía parlamentaria-- y comparten el deseo de volver a ponerlo sobre la mesa.

La prensa alemana lleva meses informando sobre posibles planes de la canciller, que ha estado sondeando al Gobierno francés, dado que fue el 'no' de los franceses en referéndum el pasado mayo el que llevó a la Carta Magna al congelador.

Unos días después, también los holandeses rechazaron el texto en referéndum.

Así, las distintas informaciones apuntan a que Merkel podría intentar que la Constitución quedara limitada a las partes I y II del actual texto --los principios básicos de la UE y la Carta de Derechos Fundamentales--, dejando fuera la parte III que recoge todas las políticas.

Los diarios alemanes también han sugerido que podría añadirse al texto una declaración social, o cambiarle el nombre y seguir llamándolo 'Tratado' y no Constitución.

El Gobierno español, no obstante, ha advertido desde que se aprobó la Constitución europea que lo acordado es todo un paquete, y que no quiere recurrir a mecanismos para 'salvar' sólo algunos aspectos como la reforma institucional y el cambio del sistema de votación en el Consejo.

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