El turismo y las exportaciones serán los sectores que "tiren" de la económica regional, que continúa atravesando una situación difícil, aunque comienza a mostrar "leves" signos de mejora, lo que se constatará sobre todo durante el segundo semestre de este año, cuando se estabilice la destrucción de empleo.

No obstante, será en el próximo año cuando ya se empiece a crear trabajo, aunque de forma moderada, debiendo esperar hasta 2013 para que esta recuperación sea más constante, pues ya se comenzará a registrar un crecimiento mayor.

Así lo ha explicado este jueves el consejero delegado de Analistas Económicos de Andalucía, Francisco Villalba, quien ha presentado último el informe 'Previsiones económicas de Andalucía', del grupo Unicaja, junto a la coordinadora del escrito, Felisa Becerra, quienes han señalado que 2011 se cerrará con una tasa de desempleo del 29 por ciento, lo que supone 1,2 millones de parados.

Concretamente, la cifra de ocupados se reducirá en el promedio de 2011 en torno a un 0,5 por ciento, aunque la segunda mitad del año dejará de destruirse empleo, siendo, únicamente, el sector servicios el que podría crear trabajo durante este año, aunque aún a un "escaso" ritmo, lo que compensaría el descenso previsto en el resto de sectores.

Las pequeñas muestras de recuperación se evidencian en indicadores como el Producto Interior Bruto (PIB), que ha crecido en los primeros meses del año en un 0,2 por ciento con respecto al cuarto trimestre de 2010, y que prevé cerrar el ejercicio con un aumento del 0,7 por ciento, dos décimas menos que el crecimiento estimado para España. No obstante, aún está lejos del 2,5 por ciento del PIB necesario para crear empleo.

Demanda exterior

La situación que afronta la económica andaluza está muy relacionada con la aportación "positiva" de la demanda exterior, que está contrarrestando la contribución "negativa" de la interna, tanto en el sector turístico, como en las exportaciones.

El primero de ellos supone la industria que mejor comportamiento está mostrando, "uno de los pocos motivos para el optimismo en la actual coyuntura económica", tal y como evidencian los datos, ya que Andalucía acogió hasta abril de este año a casi dos millones de los 14 millones de turistas que ha recibido España, alojándose alrededor de las tres cuartas partes de éstos en establecimientos hoteleros. Málaga es una de las provincias que más se está beneficiando de esta recuperación.

Esta tendencia se ha visto influenciada por la recuperación de Europa Central y del Este y la redistribución temporal de los viajes a destinos de la Europa Meridional y Mediterránea debido a los acontecimientos acaecidos en el Norte de África y Oriente Medio.

A tenor de estos datos, las previsiones de crecimiento de la actividad turística en la región para este año es de en torno al dos por ciento, "muy similar" a las que se espera para el contexto nacional; mostrando, por lo tanto, un mayor dinamismo que el conjunto de la economía.

No obstante, este movimiento de la demanda externa también se hace evidente en el crecimiento de las exportaciones, la cual no sólo se centra en las producciones agrarias y agrícolas, sino en otro tipo de servicios como consultorías, ingenierías e, incluso, empresas constructoras que están reorientando su actividad en el exterior. CONSTRUCCIÓN

Por su parte, el sector de la construcción aún continúa "inmerso" en un proceso de ajuste. La destrucción de empleo, a pesar de no haber cesado, se ha moderado, al igual que el descenso del consumo de cemento, sin embargo, siguen mostrando tasas de variación negativas. En este punto, la coordinadora del informe de Analistas Económicos de Andalucía ha apuntado que el empleo en la construcción ha pasado de representar el 15 por ciento del empleo andaluz en 2008 al ocho por ciento actual.

Para volver a alcanzar niveles "normales", se tendrá que "absorber" el stock de viviendas existentes, ha explicado Becerra, quien ha señalado que, según las últimas estimaciones, hay 186.000 viviendas en Andalucía, un depósito que durante los primeros meses de 2011 ha registrado un ligero descenso, concretamente, de unos 3.200 inmuebles, debido al cambio de fiscalidad y el adelanto de operaciones.

Para afrontar esta situación económica hay que llevar a cabo una serie de reformas orientadas a potenciar la externalización de las empresas, fomentar negocios con mayor tamaño o apoyar la disponibilidad de capital para la iniciativa familiar y empresarial, entre otros, ha explicado Villalba, quien ha abogado por continuar con las reformas en curso e insistir en las mismas pues "esperar a que escampe no es una buena opción".