El director de los servicios informativos de TVE, Fran Llorente, ha opinado este viernes que el expresidente de la corporación RTVE Alberto Oliart defendió la independencia y la pluralidad de la cadena pública de televisión "hasta su última gota de sangre".

Oliart comunicó al Consejo de Administración de RTVE el miércoles pasado la decisión de dimitir por razones de carácter "personal" y tras una "madura reflexión".

"Él siempre ha defendido una televisión pública de calidad. Estamos a la espera de un nuevo presidente, pero trabajamos con normalidad", ha señalado Llorente en la clausura del seminario Noticias e historia: así fue, así se hizo. Lo vimos en TVE, celebrado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

Llorente ha asegurado que "hace tiempo que (Oliart) quería irse" y que el cargo de presidente de RTVE es "muy duro", según informa la UIMP.

El periodista ha opinado que los españoles reclaman una televisión pública "independiente y que no pierda dinero".

La corporación, ha añadido, cuenta con "mecanismos y garantías" para mantener el actual modelo.

"Ahora, la austeridad es el principal mandato de todos los que gestionamos el dinero público", ha recalcado.

No obstante, ha matizado, hacer buena información "cuesta dinero", algo que, a su juicio, sitúa a TVE ante tres crisis simultáneas: "la económica, la tecnológica y otra de modelo".

El periodista se siente "un privilegiado", tras haber participado durante los últimos siete años en la transformación "completa y profunda" que ha vivido TVE.

Llorente ha reivindicado el papel del periodista en "el control y la vigilancia" de los poderes públicos en una democracia.

El ejemplo de la web Wikileaks (que publica filtraciones de informes secretos) ha puesto de manifiesto, según Llorente, que una sociedad "culta e informada" necesita "mediadores".

Sin embargo, no todos piensan así. Los sindicatos de los trabajadores del Ente aseguran que el mandato de Oliart no ha conseguido interrumpir el proceso de externalización de los servicios de RTVE y que mantiene a gran parte de la plantilla prácticamente desocupada.