Los Bomberos dan por controlado el incendio que se desató a las 15.45 horas de ayer y que ha calcinado en torno a 374 hectáreas de masa forestal y agrícola de los términos municipales de Artà y Sant Llorenç.

Según informa el Consell, el fuego no está todavía extinguido, por lo que efectivos de los bomberos de Palma y de Mallorca, con el apoyo de 9 medios aéreos y brigadas de Protección Civil y del Institut Balear de la Natura (Ibanat) trabajan a estas horas para extinguir el incendio, que se originó en el camino de sa Carroossa, en Sant Llorenç, y que anoche aún seguía activo y sin estabilizar.

Las llamas se extendieron rápidamente hacia la Colonia de San Pere y Can Picafort debido a las fuertes rachas de viento que han dificultado durante toda la noche los trabajos de extinción de los bomberos. El incendio obligó a movilizar tres helicópteros, tres aviones de carga en tierra, dos aviones anfibios y dos aviones de coordinación.

Así, la situación se agravó anoche cuando el fuego atravesó la carretera de Can Picafort. Para evitar la propagación de las llamas, más de un centenar de personas han trabajado sin descanso para controlar el fuego, que se ha dado por estabilizado esta mañana. Bomberos, Protección Civil, voluntarios y agentes de la Policía Local y Guardia Civil han participado en el dispositivo.

Incorporación de medios aéreos

De este modo, a las seis de la mañana se ha producido el relevo de las brigadas, y los medios aéreos se han incorporado de nuevo el servicio con la claridad del día, lo que ha permitido que, una hora más tarde, se haya dado por controlado el fugo. Pese a estar controlado los efectivos trabajarán durante todo el día de hoy en su extinción.

Por otro lado, las carreteras que este miércoles se cerraron al tránsito ya se han reabierto y la circulación se ha restablecido con normalidad. Se calcula que entre 600 y 700 hectáreas se han visto afectadas, si bien el Parc Natural de Llevant no se ha visto afectado.

El incendio de Artà se originó de forma simultánea con otro fuego que afectó a los municipios de Santa Margalida, Muro, Llubí y Maria de Salud y que quedó controlado en la noche del miércoles. Se calcula que este incendio, que obligó a desalojar más de una veintena de viviendas, ha devastado más de 200 hectáreas de zona de cultivo.