El suceso ocurrió en la noche del sábado en la provincia de Kunar, cerca de la frontera con Pakistán, durante un enfrentamiento entre patrullas militares de EEUU y una decena de supuestos rebeldes afganos, según un comunicado de prensa difundido hoy.

En esa provincia, así como en la de Kandahar (sur de Afganistán), están en marcha dos amplias operaciones de las fuerzas afganas y la coalición encabezada por Estados Unidos.

Durante el combate, las fuerzas de EEUU utilizaron apoyo aéreo además de artillería, dirigida contra una cueva y una casa desde las que disparaban los supuestos insurgentes.

El comunicado explica que "las fuerzas de la coalición trasladaron rápidamente a los heridos al hospital del Equipo de Reconstrucción Provincial de Asadabad para recibir tratamiento de emergencia y están trabajando con oficiales del Gobierno afgano para entregar los restos de los fallecidos a sus familias".

"Nuestro corazón está con las familias de las víctimas inocentes de esta batalla", dijo el general estadounidense Benjamin C.Freakley, comandante de las tropas norteamericanas, que ha ordenado una investigación para aclarar los hechos.

Otro comunicado difundido por el mando militar estadounidense informa sobre la apertura de otra investigación sobre las bajas ocurridas en un enfrentamiento ocurrido el viernes en la provincia de Kandahar, en el sur del país.

La nota afirma que algunas de las bajas producidas entre las tropas conjuntas del Ejército afgano, la Policía y las fuerzas de la coalición, que se enfrentaron con un grupo de supuestos insurgentes armados, podría haber sido provocada por "fuego amigo", aunque no se indica cuántas.

Fuentes oficiales afganas informaron de que, ese viernes, fallecieron al menos 41 insurgentes y seis policías en los combates desarrollados en Kandahar.

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