Una socorrista y el uso del desfibrilador salvan la vida a un joven que se desvaneció en el Aquavox de Pamplona

El uso del desfibrilador existente en el Aquavox de San Agustín, en Pamplona, y la rápida actuación de la socorrista y el resto de personal de las instalaciones salvaron la vida a un joven el pasado martes 14 de junio.

El uso del desfibrilador existente en el Aquavox de San Agustín, en Pamplona, y la rápida actuación de la socorrista y el resto de personal de las instalaciones salvaron la vida a un joven el pasado martes 14 de junio.

M.U.G., de 18 años de edad, sufrió un desvanecimiento mientras corría en una de las cintas del gimnasio y necesitó reanimación cardiopulmonar y de la descarga del desfibrilador para ser reanimado, según ha informado el Ayuntamiento de Pamplona en un comunicado.

Sobre las 10 horas, el joven entró en el Aquavox San Agustín para hacerse un bono de 15 días de uso de las instalaciones. Veinte minutos después, mientras estaba corriendo en una de las cintas, se desvaneció y cayó al suelo arrastrado por la cinta. El monitor del gimnasio se acercó entonces al joven que estaba tendido en el suelo y todavía respiraba, y apartó a la gente que estaba alrededor para dejarle más espacio.

Tras darse cuenta de que ya no respiraba avisó a la socorrista del recinto que llamó a los servicios de urgencia y comenzó a realizarle las maniobras de reanimación cardio-pulmonar con ayuda de un miembro del personal de mantenimiento de Aquavox.

Siguiendo los protocolos establecidos, decidieron utilizar el desfibrilador semiautomático (DES.A) con el que está dotada esa instalación municipal. La descarga que recibió el joven a los pocos minutos de su desvanecimiento, le hicieron recuperar el pulso y la respiración. A los pocos segundos llegaron los servicios médicos que tomaron el control de la situación. El joven fue trasladado a la UCI del Complejo Hospitalario de Navarra.

Uso regulado por decreto foral

El uso de los desfibriladores semiautomáticos externos por personal no médico está regulado por el decreto foral 105/2002, de 20 de mayo. En la norma se define este tipo de desfibriladores como un equipo técnico homologado, capaz de analizar el ritmo cardíaco, identificar las arritmias mortales y administrar una descarga eléctrica que restablezca un ritmo cardíaco viable, con altos niveles de seguridad.

Pueden ser autorizadas para el uso de esos aparatos todas aquellas personas que superen un curso de formación inicial organizado por el departamento de Salud y las evaluaciones correspondientes.

Los organismos y entidades que instalen un desfibrilador semiautomático externo para su uso por personal no médico deben comunicarlo al Departamento de Salud, indicando el lugar donde se haya instalado y la persona o personas autorizadas que podrán utilizarlo. El desfibrilador semiautomático externo se debe colocar en lugar visible al publico un cartel indicativo de esta circunstancia.

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