El ex alcalde de León y portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Francisco Fernández, ha manifestado este jueves que, al parecer, el PP no conoce la situación real en que se encuentra el Consistorio y ha considerado que no cumplirá con sus compromisos electorales.

"Hemos visto cómo algunos comentarios demuestran que para nada tienen un conocimiento de qué es este Ayuntamiento y su situación", recalcó y añadió que cuando el PP ha realizado algunas de sus propuestas de cara a los próximos cuatro años como la bajada del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), aportar una mayor financiación a los autónomos o ofrecer más subvenciones, parecía que "no eran brindis al sol", pero todo apunta a que no conocía el estado del Ayuntamiento.

Respecto a la deuda que tiene el Consistorio, recomendó al nuevo equipo de Gobierno municipal que "se vayan acostumbrando", dado que se encuentra en un estado de "grave dificultad económica".

Al respecto, concretó que en la pasada legislatura el equipo de Gobierno PSOE-UPL se encontró con una deuda de 273 millones de euros, aunque ahora dicha cantidad es menor. "Esa es la situación de un Ayuntamiento que ha estado casi en quiebra y el reto que tiene es seguir funcionando", subrayó y añadió que la disminución de esa deuda se consiguió con "un gran sacrificio" y la toma de decisiones complicadas.

A su juicio, eso mismo es lo que tiene que hacer ahora el nuevo equipo de Gobierno para cumplir con sus compromisos electorales, aunque reiteró que, a su juicio, no conseguirá hacer realidad las promesas realizadas porque "no es posible".

El "país de las maravillas"

En este sentido, apuntó que a medida que pase el tiempo, el nuevo equipo de Gobierno verá que no ha entrado en el "país de las maravillas", sino en un Consistorio con una situación "muy complicada".

Por otra parte, criticó que el nuevo alcalde y su equipo no se hayan puesto en contacto con los representantes socialistas y consideró que resulta "absurdo" que el PSOE esté todavía sin despachos en el Ayuntamiento.

"Son cosas que a mí no me importan, porque yo voy a realizar mi trabajo y con tener una silla me vale", declaró y opinó que se trata de una cuestión de "elegancia" con la oposición, que entendió que iba a tener las instalaciones abiertas desde el primer día.