El director invitado del Festival Internacional de las Artes de Castilla y León (FÁCYL), Calixto Bieito, ha estado dos años al frente de la programación, el tiempo que firmó por contrato. Ahora, llega el momento de pensar en el futuro, del que desconoce si le depara seguir o no en el evento salmantino.

"Ignoro los designios de la política", "sólo puedo hablarles de presente" y de que "mi contrato acaba ya", ha afirmado en relación con su posible continuidad. No obstante, ha incidido en que, pase lo que pase, ha sido "muy feliz" con el "reto" que recogió para suceder a Guy Martini.

En este tiempo ha "empujado" al Festival en una dirección con "una idea concreta" aunque ha reconocido que le han quedado "cuentas pendientes" como la presencia de "un par de óperas" en la programación.

En cuanto a si en estas dos ediciones ha habido críticas y alabanzas, ha señalado que "el debate es positivo" porque actividades de este tipo "tienen la obligación de generar opiniones" y contribuir a que "el arte haga pensar".

Para alcanzar los objetivos, Bieito ha argumentado que su presencia ha servido para ofrecer al evento sus ideas y su bagaje pero que "no hubiera sido posible" sin el equipo que "permanentemente" trabaja en la organización.

Entre los grandes

Para el futuro, el director ha apuntado que el FÀCYL ya ha adquirido cierto reconocimiento pero que tiene que optar a situarse "entre los grandes festivales mundiales". Con este objetivo, se ha mostrado a favor de un mayor presupuesto, de un plan estratégico y "cuatro o cinco" años de desarrollo.

En cuanto a la séptima edición, la de 2011, Bieito ha destacado que está "muy contento" de su desarrollo, aunque hubiese preferido dos semanas de actividades. Un recorte a ocho días que se ha dado "para que no bajase la calidad de las propuestas a pesar de los recortes económicos".

Como detalles de este año, el responsable del FÀCYL ha destacado las "numerosas" veces que la gente se ha levantado para aplaudir al final de las funciones, el estreno absoluto del último espectáculo de Azar Teatro como apoyo a artistas de la Comunidad y la fiesta de clausura en la Plaza Mayor.