En la operación se han intervenido 53.000 tarjetas falsificadas, conocidas como tarjetas étnicas, de color azul, que se comercializaban a través de locutorios entre ciudadanos extranjeros. El valor aproximado del material incautado asciende a 160.000 euros, según fuentes policiales.

Los responsables de la elaboración de las tarjetas fraudulentas copiaban por completo el diseño de otras originales que se comercializan legalmente en el mercado.

Las investigaciones se originaron a raíz de una denuncia interpuesta por el representante de una compañía madrileña contra dos empresas mercantiles: una la encargada de la falsificación, y la otra de la distribución de las tarjetas adulteradas.

Registros inmediatos

Tras conocer la denuncia, los agentes procedieron a registrar ambas compañías. El primero se produjo en la empresa con sede en la madrileña calle de San Bernardo, Citycall, encargada de la comercialización de las tarjetas incautadas, se intervinieron 3.000 tarjetas y diversos documentos, así como un envío de 50.000 tarjetas a la empresa catalana.

El segundo registro se llevó acabo en la empresa mercantil N.T.I. Figueras, en la localidad de Palma de Cervelló (Barcelona), donde fueron incautadas doscientas ochenta y tres hojas de material impreso con formato de veinte tarjetas cada una.

Además, se intervino un CD para la confección de las tarjetas, 50 planchas para la fabricación de las mismas y diversa documentación y facturación con relacionado con el caso.

Un detenido madrileño, dos catalanes

Según las fuentes informantes, los detenidos son Juan F.A. de 74 años de edad, administrador de la empresa catalana; José María F.A. de 41 años de edad, apoderado de la misma; y José Luis U.N. de 45 años de edad, presidente de la compañía madrileña.

Los dos primeros fueron detenidos en la Palma de Cervelló (Barcelona) y el último en Madrid. A los detenidos se les imputa un delito contra la propiedad industrial e intelectual, y tras prestar declaración fueron puestos en libertad con cargos.

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