Condenado a 19 años de prisión el hombre que prostituyó a una menor de 13 años en Arganda

  • Guillermo Eduardo L.S. es culpable de un delito continuado de agresión sexual, otro de prostitución de menores y otro como cooperador de un delito de agresión sexual.
  • El condenado era conocido de su familia.
  • Su defensa pidió su absolución alegando que la relación era "libre y consentida".

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 19 años de prisión al hombre acusado de abusar sexualmente de una adolescente de 13 años a la que recogía en un instituto de Torrejón de Ardoz y la llevaba a un hotel de Arganda del Rey para obligarle a ejercer la prostitución.

El tribunal de la sección 23 ha fallado que Guillermo Eduardo L.S., de nacionalidad peruana, es culpable de un delito continuado de agresión sexual, otro de prostitución de menores y un tercero como cooperador necesario de un delito de agresión sexual, y le impone que indemnice a la víctima con 60.000 euros y que no se acerque a ella durante veinte años.

Asimismo, ha sido condenado a 6 años de cárcel por un delito de agresión sexual el segundo procesado, el español Jesús M.G., que tendrá que pagar a la joven 6.000 euros y no podrá aproximarse a ella en los próximos siete años.

La sentencia señala que la menor inició su escolarización en España en el curso académico 2005-2006 en el instituto de Enseñanza Secundaria Isaac Peral de Torrejón de Ardoz y, al poco tiempo, Guillermo Eduardo, que era conocido de su familia, se presentó en el centro y la obligó a subirse a su coche. El acusado amenazó a la chica, que tenía entonces 13 años, con que le podían pasar "cosas malas" a su familia si no le acompañaba.

La condujo entonces hasta el Hostal Macías de Arganda del Rey -cerrado a raíz de conocerse el caso-, donde abusó sexualmente de ella tras obligarla a desnudarse. El procesado repitió la misma operación unas tres veces por semana hasta marzo de 2007, además de obligarla a mantener relaciones sexuales con otros hombres y cobrando él por ello unos 100 euros por encuentro.

La defensa del principal acusado pidió su absolución alegando que la relación entre la menor y él era "libre y consentida". En la vista varios psicólogos coincidieron en señalar que la joven presentaba síntomas de estrés postraumático y una actitud hostil y ansiosa compatible con una agresión sexual. En su sentencia, el tribunal ha resaltado que el testimonio de la joven, que compareció tras un biombo en el juicio, era "plenamente convincente" a pesar del "nerviosismo" que apreciaron los jueces durante su declaración.

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