La acampada de los afectados por las promociones del sureste de Madrid podría disolverse este jueves. Los cooperativistas han convocado una asamblea justo un mes después de que montaran el campamento (el pasado 1 de mayo para que tuviera más visibilidad) y analizar así conjuntamente el futuro de las protestas y proponer otro tipo de acciones reivindicativas. "Los afectados son más de 15.000, pero aquí permanecemos solo unos cuantos, pese a que tenemos hijos que mantener y un trabajo", explica Pilar Gil, una de las cooperativistas que aún aguantaba ayer en el campamento de la céntrica Cuesta de Moyano, al lado de la estación de Atocha.

Estos cooperativistas son los futuros vecinos de las promociones urbanísticas de Los Ahijones, Los Berrocales, Los Cerros y El Cañaveral. Llevan hasta 14 años esperando una vivienda por la que han pagado entre 40.000 y 70.000 euros de media después de que las distintas cooperativas entraran en concurso de acreedores.

"Al menos, algo hemos logrado", asegura una de las afectadas. Se refiere a los vecinos de El Cañaveral que han sido recibidos por Aguirre y Gallardón, con quienes se ha llegado a un acuerdo (de palabra, no escrito) para solucionar su problema. Por lo demás, en la asamblea de este jueves, se tendrán que decidir los futuros actos que den salida a sus reivindicaciones. Piden que la Justicia acelere los trámites de sus querellas y que se agilice la licencia de simultaneidad. También exigen una amnistía de Hacienda, que les ha hecho devolver las desgravaciones de años anteriores por una casa que no han visto.

Pero todavía queda un futuro para la acampada, y es juntarse con el Movimiento del 15-M en Sol. "Hemos hablado, y podrían apoyarnos en las futuras manifestaciones que hagamos", asegura Pilar, mientras se cubre con el abrigo (ayer, en Atocha, hacía bastante frío). "Formaríamos parte de las asambleas que se organizan por barrios. Aunque el nuestro aún no existe. Es un barrio fantasma", añade.

Pese a que entre los acampados de Moyano no se juntan más de 20 personas al día (es lo máximo que permite la ley), su poder de convocatoria es inmenso. El 4 de abril llegaron a juntarse 6.000 personas en Cibeles clamando por la construcción de sus viviendas. Los cooperativistas no excluyen convocar más concentraciones.