Un vecino de la localidad sevillana de Burguillos llamó al servicio de Emergencias 112 en la noche del sábado alertando de que un coche del mismo modelo y de características "muy similares" al vehículo con el que el extorero José Ortega Cano colisionó frontalmente con otro circulaba de manera temeraria por las calles de ese municipio.
Fuentes de la investigación han situado dicha llamada entre "15 y 20 minutos" antes de que tuviera lugar el accidente en el que murió el conductor del vehículo con el que chocó Ortega Cano.
Al parecer, el vecino de Burguillos denunció que un vehículo marca Mercedes de color oscuro había realizado, entre otras cosas, "algún adelantamiento extraño".
Tras ello, el 112 dio aviso de la llamada tanto a la Policía Local de Burguillos como a la Guardia Civil de Tráfico que, en su atestado, señaló que el ganadero conducía a una velocidad "inadecuada", si bien no muy superior a la permitida en ese tramo de carretera, y en un momento dado invadió el carril contrario colisionando con el otro vehículo. Debido a la gravedad de las heridas que presentaba, no pudo ser sometido a la prueba de alcoholemia, aunque, según el testimonio de los médicos que lo atendieron, el exmatador de toros no presentaba síntomas de haber ingerido alcohol.
El ganadero permanece estable dentro de la gravedad y conectado a ventilación mecánica en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla, según el último parte médico.
Además, su sobrino Paco Ortega ha desvelado este miércoles a la revista Aplausos que el diestro había abierto los ojos y parecía reconocer a la familia. "A veces tiene la mirada perdida", ha explicado, "va cerrando y abriendo los ojos (...) es una nueva esperanza".
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