Se disparan las reclamaciones al Síndic por abusos urbanísticos

El defensor del pueblo valenciano denuncia la pasividad municipal ante las obras ilegales. Destaca la tendencia a urbanizar terrenos sin modificar el plan de ordenación urbana.
El Síndic de Greuges (defensor del pueblo valenciano) es testigo de primera mano de los abusos urbanísticos que se cometen en la Comunitat. No en vano, recibió 348 quejas de ciudadanos en 2005 (el urbanismo es el primero en el ranking de quejas), un 13% más que en 2004.Por lo que más reclaman los valencianos es por el escaso valor que el urbanizador (un promotor) concede siempre al suelo y porque consideran injusto que pueda dar una cifra aproximada de los costes de urbanización, que luego se pueden cambiar sin límite y tiene que pagar el ciudadano de su bolsillo. Todo ello, con permiso de los Ayuntamientos.

Bernardo del Rosal, que el lunes deja de ser Síndic tras cinco años, destaca el «preocupante aumento de los Ayuntamientos que desarrollan grandes porciones de suelo al margen del plan de ordenación urbana (PGOU), haciendo un uso abusivo de su potestad de aprobar los planes de mejora» (urbanizan zonas no previstas escudándose en un plan de mejora).

Además, denuncia la «pasividad municipal y autonómica» ante las obras ilegales por su costumbre de «sancionar de manera simbólica» a los constructores que las realizan sin exigirles que derriben la ilegalidad, y, si ordenan la demolición, los promotores se la saltan a la torera y la Administración no les dice nada.

Son casales falleros y no bares

Un vecino se queja de los ruidos que genera un casal fallero. Al hilo de esta apreciación, el Síndic aconseja al Ayuntamiento de Valencia que actúe contra aquellos casales que funcionan como bares o lugares de banquetes (usos que nada tienen que ver con la fiesta fallera) pues no tienen licencia y, por tanto, «hay que arbitrar las medidas correspondientes como con cualquier actividad sin licencia».  Sin embargo, añade, para que realicen su actividad normal sin molestar, el Consistorio debería conceder «subvenciones o créditos blandos» para que los casales pudieran insonorizarse.

¿De qué se quejan los valencianos?

Ruidos: La contaminación acústica es el segundo tema con más quejas. El Síndic critica la tolerancia municipal hacia actividades sin licencia y que los ayuntamientos reaccionan tarde, sin imponer sanción alguna.

Educación: Insta a Educación a que use los barracones de manera muy puntual pues no garantizan el derecho a una educación de calidad. Además, le aconseja que simplifique «el complejo sistema» para cubrir las bajas de profes y que, en casos de bajas permanentes, los solucione lo antes posible para evitar perjuicios a los alumnos.

Sanidad: El Síndic llama la atención a Sanidad para que reduzca las listas de espera (sobre todo, las de tratamientos de reproducción asistida) y que se esfuerce para que toda embarazada que lo desee acceda a la epidural.

Son hostiles: El Síndic declara «hostiles» (por no contestar a sus requerimientos o darle información) a 31 administraciones (como los Ayuntamientos de Alicante, Alboraia, Llíria y Torrent) y a las Consellerias de Sanidad, Educación, Justicia y Bienestar Social.

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