Luis Ledesma, herido en el accidente de Chinchilla: "Estuve diez días catatónico, no sé quién me sacó del tren"

“No me acuerdo de nada de lo que pasó (…), estuve cerca de diez días en estado catatónico”. Este es el primer pensamiento que se le viene a la mente a Luis Ledesma, uno de los dos madrileños –el otro falleció carbonizado- que viajaba en el tren accidentado en Chichilla el 3 de junio de 2003. A última hora de aquel infausto día, Ledesma cogió un tren en Madrid destino a Murcia. Como casi siempre que viajaba en ferrocarril –algo habitual por motivos de trabajo-, este metódico ingeniero se sentó en un asiento de pasillo, en un coche cercano a la cafetería. Sin embargo, aquel no iba a ser un viaje como otro cualquiera.
Casi tres años después del accidente, el juicio por el accidente de Chinchilla vuelve a reabrir heridas. (Efe)
Casi tres años después del accidente, el juicio por el accidente de Chinchilla vuelve a reabrir heridas. (Efe)
Efe
Casi tres años después del accidente, el juicio por el accidente de Chinchilla vuelve a reabrir heridas. (Efe)
Accidente de Chinchilla. (Efe)Apenas un kilómetro después de que el tren arrancara del apeadero de Chinchilla –una de las paradas del trayecto-, el coche en el que viajaba Ledesma comenzó a tambalearse.
Sólo recuerdo que a mi lado dormía una chica joven

A partir de ese momento, la mente del ingeniero madrileño desconectó de la realidad, y se sumergió en una nebulosa.

"Sólo recuerdo que a mi lado dormía una chica joven (…), tengo curiosidad por saber quién me sacó del vagón", ha declarado a 20minutos.es Luis Ledesma.

El ferrocarril había colisionado frontalmente con un mercancías en un tramo de vía única, dejando un balance siniestro: 19 personas murieron y otras 48 resultaron heridas.

Ledesma se encontraba entre los más graves: ocho costillas rotas, un hematoma cervical, piernas y brazos afectados… cuatro días en la UVI y siete meses de baja dieron fe de ello.

Lo peor viene después

"Lo normal es estar mal uno o dos años (…), es normal tener cuadros de ansiedad, o sentimientos de culpa durante ese periodo", ha asegurado Teresa Hernández Pagán, jefe del Equipo de Respuesta Inmediata de Emergencias (ERIE) de Apoyo Psicológico de la Cruz Roja de Murcia.

Lo peor lo tuvieron que soportar  mis familiares y amigos

Sin embargo, y pese al calvario de dolores que tuvo que pasar en los meses posteriores al accidente, Ledesma se siente afortunado de no haber sido consciente durante el drama.

“No sufrí psicológicamente (…), lo peor lo tuvieron que soportar mis familiares y amigos, que pudieron ver en la televisión las imágenes dantescas”, ha asegurado Ledesma.

Desesperación en la lejanía

Accidente de Chinchilla. (Efe)Efectivamente, Carmen Domínguez, la mujer de Luis Ledesma, se enteró de inmediato del accidente a través de los medios.
Comenzamos a llamar como locos a un teléfono que habilitaron, pero no paraba de comunicar

"Estaba viendo una serie a las 11.30 de la noche, cuando de repente salió un cartel en la parte inferior de la pantalla hablando de un accidente de tren en Chinchilla (…), en seguida me llamó mi hija desesperada, porque sabía que en ese tren iba Luis", ha asegurado Domínguez.

A partir de ese momento, comenzaba la “pesadilla” de los familiares de Ledesma.

"Comenzamos a llamar como locos a un teléfono que habilitaron para la ocasión, pero no paraba de comunicar (…), fue todo un cúmulo de despropósitos, RENFE no nos informaba de nada", ha añadido Domínguez.

La primera noticia

Accidente de Chinchilla. (Efe)Por fin, el Hospital Universitario de Albacete proporcionó la primera noticia sobre el estado de Luis Ledesma.

"Cuando nos dijeron que estaba vivo, cogimos el coche y nos pusimos en marcha (…), la distancia entre Madrid y Albacete -243 kilómetros- fue un verdadero suplicio, no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar", ha matizado Domínguez.

La esposa de Ledesma se encontró a su marido ingresado en la UVI, aquejado de múltiples lesiones, y con la cabeza totalmente desorientada.

La distancia que separa Madrid de Albacete fue un suplicio

"Confundía la televisión con el ordenador, intentaba bajarse de la cama con todos los tubos puestos (...), tuvieron que atarle", ha recordado Domínguez.

Un verdadero calvario

Accidente de Chinchilla. (Efe)"Todos los gastos corrieron a cargo de la aseguradora de RENFE (…), pero ahora veo que no nos pagaron lo suficiente por todo lo que sufrimos".

Así de tajante se muestra Domínguez, quien se muestra incapaz de olvidar lo sucedido: “Cada vez que veo las imágenes se me pone un nudo en la garganta (…), nadie puede imaginarse todo lo que lloré”, ha agregado.

Todo sigue igual

Accidente de Chinchilla. (Efe)Tras el accidente, tanto la directiva de RENFE como el por entonces presidente del Gobierno, José María Aznar, remitieron un telegrama a Ledesma para interesarse por su estado.

Sin embargo, son muchas las voces que demuestran que estos gestos no vinieron acompañados de rectificaciones.

El trayecto de vía donde se produjo el accidente está exactamente igual que hace casi tres años

Tal y como ha denunciado estos días el secretario provincial del Sindicato Español de Maquinistas y Ayudantes Ferroviarios (SEMAF) de Albacete, Eugenio Parreño, el trayecto de vía donde se produjo el accidente "está exactamente igual que hace casi tres años".

"La seguridad en esa vía donde se produjo el accidente sigue descansando en la actuación de las personas (…), no está dotada de un bloqueo automático", ha especificado Parreño.

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