Antonio y María del Carmen siguen siendo los nombres más frecuentes de los andaluces, según se desprende de la última estadística sobre nombres y apellidos realizada por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía a fecha de 1 de enero de 2011.

Así pues, un 5,7 por ciento de la población andaluza masculina (239.410 hombres) se llama Antonio y un 3,6 por ciento de la femenina, se llama María del Carmen (154.739). Las edades medias de las personas que ostentan estos nombres son de 50 años para ellos y de 44 para ellas.

Tras ellos, los nombres más frecuentes entre los andaluces son Manuel (5,1% de la población masculina de Andalucía), José (4,4%), Francisco (4,3%) y Juan (2,7%), para ellos, y María (3,4%), Carmen (2,7%), Dolores (2,1%) y Josefa (2%), para ellas.

También estos nombres son especialmente frecuentes entre las personas con una edad por encima de la media de la población andaluza (40,1 años), siendo lentamente sustituidos por otros nombres más frecuentes en las generaciones más jóvenes. Por ejemplo, en edades medias muy jóvenes aparecen nombres como Noa y Aitana en mujeres con una edad media de entre tres y cinco años, respectivamente, y Hugo e Iker en hombres con entre seis y cuatro años.

Señala también el Instituto andaluz de Estadística y Cartografía que se observa un "claro crecimiento" de los llamados nombres 'hipocorísticos', es decir, abreviaciones más o menos familiares de nombres más largos, con respecto al año anterior. Tales son los casos de Leo (36% de incremento) en lugar de Leonardo, Lola (22%) en lugar de Dolores, o Curro (22%) en lugar de Francisco. Estos nombres aparecen sobre todo en las generaciones más jóvenes.

García y rodríguez,

Los más comunes

En lo referente a los apellidos, la estabilidad es mucho más manifiesta. Como en años anteriores, los apellidos más frecuentes vuelven a ser García (3,3%), Rodríguez (2,4%), López (2,2%), Sánchez (2,2%) y Fernández (2,1%). Con el auxilio de los mapas municipales que suministra la aplicación, es posible además investigar el origen y los procesos de difusión que muchos de ellos han seguido en Andalucía.

Así, en Andalucía, y en general en todo el territorio español, muchos topónimos han producido apellidos relacionados con el lugar de procedencia de las personas. Normalmente, estos apellidos se suelen encontrar en la misma provincia, o cerca de la localidad de la que procede el topónimo (aunque, frecuentemente, no exactamente en la misma). El apellido Arahal es un claro ejemplo de este tipo de apellidos, ya que el 98 por ciento de la población que se apellida así se encuentra en la provincia de Sevilla, a la cual pertenece la localidad del mismo nombre. Lo mismo sucede con la mayoría de los casos, por ejemplo, Obejo en Córdoba (93,7%), Pegalajar en Jaén (88,5%), Lepe en Huelva (68,8%), Algeciras en Cádiz (59%) o Guadix en Granada (54,6%).

Metodología de trabajo

El Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía elabora la Estadística de nombres y apellidos de los andaluces basándose en la gestión y posterior explotación estadística del Registro de Población de Andalucía. Este registro estadístico, que mantiene el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía a partir de la información proporcionada por el INE, incluye los datos de todos los vecinos de los municipios andaluces que se encuentran en sus Padrones de Habitantes.

Estas estadísticas proporcionan información, alfanumérica y geográfica, a 1 de enero del año de referencia, sobre distribución y frecuencias de nombres y apellidos para cualquier ámbito territorial de Andalucía (región, provincias y municipios), con la posibilidad de representación cartográfica que permite, salvando siempre el secreto estadístico, conocer la ubicación o distribución en cualquier ámbito de la Comunidad Autónoma de nombres y apellidos concretos.