Agentes de la Policía Nacional de la Comisaría Provincial han detenido en Málaga a tres hombres, de nacionalidad rumana y con edades comprendidas entre los 20 y los 31 años, como presuntos responsables de defraudaciones, ya que, al parecer, manipulaban la ranura de expulsión de los billetes en cajeros automáticos para apoderarse del dinero efectivo.

A estos individuos se atribuyen hasta el momento 47 hechos cometidos por este procedimiento, con los que habían obtenido un botín de cerca de 5.000 euros en menos de un mes, según han informado desde la Policía Nacional en un comunicado.

Al parecer, los detenidos colocaban en la boquilla por la que el usuario retiraba el dinero, una pletina metálica, de aspecto muy similar a los elementos exteriores del cajero, que atrapaba la moneda. Por ello, las víctimas, en muchas ocasiones, se marchaban al creer que había sido un fallo en el mecanismo del dispensador de moneda, por lo que, acto seguido acudían los responsables del fraude al cajero y recuperaban los billetes.

Los dispositivos eran instalados y retirados del cajero en cuanto algún usuario realizaba un reintegro, tiempo que normalmente no excedía de 10 minutos. Mediante este procedimiento se habían apoderado de cerca de 5.000 euros en menos de un mes, según han explicado.

Los especialistas del Grupo de Fraudes de la Comisaría de Málaga detectaron en el último mes varias denuncias por estafas en cajeros automáticos en las que coincidía el 'modus operandi', observando que los cajeros, que eran todos de la misma marca, habían sido manipulados con un sencillo procedimiento que atrapaba los billetes tras una operación de reintegro de efectivo.

Los detenidos colocaban una pletina metálica cortada de la misma medida que la ranura de expulsión y adherida a la misma con un pegamento fuerte o cinta de doble cara. Además, el color metálico y el corte exacto de la pieza permitían su integración con los elementos propios del cajero, con lo que no levantaban las sospechas de los usuarios.

De este modo, el cajero realizaba la operación de reintegro de dinero de forma completa y con normalidad, pero, al parecer, los billetes quedaban atrapados.

Tras las primeras investigaciones, los agentes establecieron un dispositivo de vigilancia en las entidades bancarias que utilizaban el modelo de cajero automático que manipulaban y analizaron las imágenes de las cámaras de seguridad de los bancos.