La sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, recoge probado que el procesado se acercó al otro interno cuando se encontraban en las duchas, después de haber tenido una discusión en el economato del centro y, sin mediar palabra, le asestó primero con un objeto punzante un golpe en el glúteo izquierdo.

Al recibir la herida, la víctima se cubrió con los brazos para protegerse de la agresión mientras que el otro le siguió lanzando golpes con el pincho. La víctima sufrió a causa de esta agresión una herido inciso contusa de un centímetro en el glúteo izquierdo, otra de dos centímetros en un brazo, otra de tres centímetros en ese mismo brazo y otra de dos centímetros en un codo.

Ante estos hechos, el acusado fue condenado como autor de un delito de lesiones graves con utilización de arma peligrosa con la circunstancia de la responsabilidad penal de reincidencia a la pena de tres años de prisión e inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo por el tiempo de la condena.

A esto se suma que en concepto de responsabilidad civil deberá indemnizar a la víctima en la cantidad de 3.600 euros por los días impeditivos y en 6.124 euros por las secuelas sufridas, tal y como se recoge en el fallo judicial.