El Centro Provincial de Drogodependencias (CPD) y los tres especializados en atención ambulatoria (CTA), impulsados por la Diputación, atendieron a lo largo de 2010 a 933 personas, lo que implica una reducción de 15 casos con respecto al año anterior.

Las demandas por heroína-cocaína, en las que se venía observando una tendencia global al descenso en los últimos años y que presentó un repunte en 2008, vuelven a recuperar la tendencia a la bajada. En este sentido, en 2010 hubo 423 casos, un 45,37 por ciento del total, según han informado desde la Diputación en un comunicado.

En cuanto a las demandas por consumo de estimulantes, son mayoritarias las referentes a adicciones relacionadas con la cocaína. El número de casos en los CTA de Diputación superó los 267 en 2010, siendo el porcentaje con respecto al total del 28,61 por ciento.

Si se compara 2010 con el ejercicio anterior, se contabilizaron ocho casos menos, con lo que se detiene la tendencia al incremento de otros años.

En relación con el alcohol, en el conjunto de CTA de la Diputación se estabilizó el número de casos, llegando a un 12,43 por ciento. Y en el consumo de cannabis se produjo un incremento de demandas, 85 en 2010 frente a las 61 de 2009.

Las demandas por consumo de tabaco, con 63 casos, disminuyeron con respecto a 2009. Asimismo, sólo dos personas iniciaron tratamiento por la adicción al juego.

Perfil del usuario

El perfil de usuario que inició o reinició en 2010 un tratamiento en los CTA de la Diputación corresponde a un varón, consumidor de heroína-cocaína o de cocaína, con una edad media de 41,3 años —consumen ambas sustancias— y de 33,2 años —sólo cocaína—.

La edad media de inicio del consumo es de 21,3 años para la heroína, 20,5 años para la cocaína, 16,2 años para el alcohol y 14,8 para el cannabis.

Asimismo, la media de años consumiendo hasta el inicio/reinicio de tratamiento es de 19 años para la heroína y herococaína, 12,7 años para la cocaína, 15,9 años para el alcohol y 6,4 para el cannabis.

Por otra parte, el nivel de estudios para un 54,4 por ciento de las personas atendidas es de primarios o inferiores y están parados un 61,7 por ciento. Ocho de cada 10 viven con su familia y, tras iniciarse en el consumo, un 60 por ciento tiene incidencias legales.

El 45,7 por ciento de los casos llegó a los centros por iniciativa propia, el 21,8 por ciento por familia o amigos, el 12,5 por ciento derivados por los servicios sanitarios, un 11,3 por ciento a través de la vía judicial y un 3,5 por ciento por los servicios sociales.

Con un 33,8 por ciento de casos el programa más demandado ha sido el de metadona, seguido del de deshabituación, con un 26 por ciento. Las demandas de ayuda no específica representaron un 14,4 por ciento; las de desintoxicación, un 8,1 por ciento, y las de comunidad terapéutica, un 2,2 por ciento.

Atendiendo a los datos obtenidos en 2010, se produjo un incremento de un 2,1 por ciento (46 casos) en el número de usuarios activos al programa de metadona respecto a 2009, pasando de 2.130 a 2.176.

A través de la Unidad de Desintoxicación Hospitalaria durante 2010 el número de derivaciones a este dispositivo de internamiento fue de 16 ingresos, el 87,15 por ciento de los cuales fueron hombres y el 12,85 por ciento mujeres.

Asimismo, el número de derivaciones a la Comunidad Terapéutica —dispositivo residencial— alcanzó los 81 casos. En cuanto al programa Vivienda de Apoyo al Tratamiento, en 2010 se atendieron tres casos.

Los ingresos a través del programa Vivienda de Apoyo a la Reinserción fueron 19. Por último, a través del proyecto Vivienda de Apoyo a Enfermos de Sida el número de derivaciones fue de cinco.

Prevención para más de 70.000 PERSONAS

Dentro del Área de Prevención, se pusieron en marcha programas en diferentes ámbitos. Así, se llevaron a cabo 38 en 74 municipios, en los que se desarrollaron 124 actividades para más de 70.000 personas.

Asimismo, en el ámbito educativo se continuó con la prevención en 285 centros, con los programas 'Dino', 'Prevenir para vivir', 'Y tú qué piensas' y 'Forma Joven'.

También se actuó en la Universidad de Málaga (UMA), con un curso de mediadores universitarios para la prevención del abuso y la dependencia de drogas, dirigido a estudiantes y a personal de Administración y Servicios.

Reinserción social

El Centro Provincial de Drogodependencias, que coordina, además, un total de 16 unidades de la provincia que trabajan en la prevención y atención especializada, tiene como objetivo conseguir la normalización e inserción plena de las personas con problemas en materia de drogas.

La incorporación social no es la etapa final del tratamiento, sino un proceso que se desarrolla a lo largo de todo el tiempo de intervención. Tiene en marcha programas específicos como el de Red de Artesanos, Arquímedes, de Actuación Social en Espacios Naturales Protegidos, Andalucía Orienta y de Asesoramiento Jurídico, además de los talleres terapéuticos ocupacionales.

En el programa Red de Artesanos, que tiene como objetivo la formación laboral de personas que se encuentran en proceso terapéutico, participaron 28 usuarios.

Arquímedes, financiado por el Fondo Social Europeo, tiene como objetivo el fomento del empleo. En 2010 se realizaron 17 contratos: siete en entidades públicas, nueve en empresas privadas y uno en una ONG.

El Programa de Actuación Social en Espacios Naturales Protegidos seleccionó a dos usuarios. Mediante esta iniciativa, realizada en el marco de un convenio de colaboración suscrito entre las consejerías de Medio Ambiente y para la Igualdad y Bienestar Social con la Obra Social de "la Caixa", los participantes recibieron un curso de formación y luego un contrato laboral de seis meses de duración en espacios naturales protegidos.

Andalucía Orienta atendió a 107 individuos. Su objetivo es promover la inserción laboral de personas con problemas adictivos que acuden a la red de centros de la Diputación de Málaga.

Otra de las actuaciones de inserción es el Programa de Asesoramiento Jurídico, fruto de un convenio entre Fadais y la Federación Andaluza de Asociaciones de Drogodependencias y Sida, con el objetivo de asesorar y prestar asistencia jurídico-penal y penitenciaria a personas con problemas de adicciones y facilitarles su proceso de incorporación social.

En 2010 se abrieron 248 procedimientos —208 de hombres y 40 de mujeres—. El total de expedientes que se mantuvo abierto durante el año ascendió a 402.

Por último, los talleres terapéuticos ocupacionales constituyen un recurso de formación para drogodependientes. En 2010 el CPD contó con 297 participantes —el 87,85 por ciento eran hombres y el 12,1 por ciento, mujeres—.

En comparación con 2009, el número de consultas realizadas a lo largo del año disminuyó un 5,2 por ciento. Del mismo modo, se produjo un descenso de un 1,9 por ciento en el número de demandas previstas.