El consejero de Educación, Alberto Catalán, ha visitado este miércoles la Escuela de Arte de Pamplona, acompañado del director general de Formación Profesional y Universidades, Pedro González, y la directora del centro, Rosa García.

La Escuela de Arte de Pamplona conforma, junto con su homóloga de Corella, la entidad docente del Gobierno de Navarra dedicada específicamente a la enseñanza de disciplinas que aúnan los aspectos artísticos y técnicos. En concreto, se imparten enseñanzas de bachiller, ciclos formativos y un programa de cualificación profesional inicial especial.

Un total de 382 alumnos están matriculados este curso en el centro de Pamplona. De ellos, 209 estudian Bachiller de Artes, 165 ciclos formativos de grado medio y superior, y ocho el programa de cualificación profesional inicial especial.

En relación a los ciclos formativos, este curso se imparten dos de grado medio, Autoedición y Ebanistería Artística, que son cursados por 31 y 16 alumnos, respectivamente, así como cuatro ciclos de grado superior: Artes Aplicadas de la Escultura (17 alumnos), Fotografía Artística (37 estudiantes), Grabado y Técnicas de Estampación (16 alumnos) y Proyectos y Dirección de Obras de Decoración (48 estudiantes).

Por otro lado, la escuela participa en el Programa de la Escuela Oficial de Idiomas a distancia de Navarra, de modo que el alumnado, tanto de bachiller como de ciclos formativos, puede matricularse en los cursos de nivel intermedio y primer curso de avanzado. Asimismo, participa en el Programa Europeo Leonardo, con estancias en países de la Unión Europea durante tres meses. Las naciones más demandadas son Italia y Reino Unido.

Todas las aulas están dotadas con ordenador y proyector. Dispone de aulas específicas para Dibujo Artístico y Taller de Pintura, laboratorios, aulas con ordenador para Fotografía, talleres específicos para Volumen y Taller del Libro.

El centro está emplazado en la calle Amaya, nº 27, de Pamplona, en un edificio construido en 1972, aunque en la actualidad también ocupa parte de las aulas del antiguo colegio Blanca de Navarra, con el que completa una de las manzanas del II Ensanche de Pamplona.