Una mezcla que lo ha catapultado a la final del concurso nacional de tartas en honor a la Infanta Leonor.

¿Por qué se ha presentado?

Suelo ir a todos los concursos de pastelería de Madrid. Y en éste hay un nivel excelente.

¿Cómo se llama el pastel?

Daina, versión 2006. Es el nombre de una chica que me gustaba. Mi tarta para Leonor tiene nombre de amada.

¿A qué sabe?

Es un bizcocho de aceite de oliva, piñones y albahaca. Está relleno de un cremoso de arroz con leche caramelizado, cubierto con una mousse de manzana con un toque de sidra y bañado de chocolate.

¿Con este postre ganó la fase provincial del concurso?

Sí, fue el 9 de febrero y éramos 15 participantes.

¿Qué sentiría si gana la final nacional?

Más que nada, orgullo, porque la receta se hará pública y la podrán hacer todos los pasteleros de España.

Su dulce favorito es...

Cualquier cosa que lleve chocolate negro.

¿Cuánto gana al mes?

Unos 1.100 euros.

¿Y cuántas horas trabaja?

De martes a domingo, de 07.30 a 14.30 horas.

Lo peor y mejor de su oficio...

El poco tiempo libre que tengo y que me apasiona.

¿Qué sueña hacer de mayor?

Ja, ja. Tener mi propia pastelería, una selecta con productos artesanos. Las de barrio se irán a pique por culpa de los centros comerciales.

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