Llamazares aboga por "desperezar conciencias" en pro del desarrollo personal y ante la batalla entre política y economía

Sacristán asevera, sobre las "capillas universitarias", que la laicidad impide identificar religiones con las instituciones públicas

El catedrático de Derecho Canónico y presidente de las primeras Cortes democráticas de la Comunidad, Dionisio Llamazares, ha abogado este jueves por "desperezar conciencias" en pro del desarrollo "pleno y libre" de la persona así como para afrontar la "desigual batalla" entre el poder económico y el político.

Así lo ha puesto de manifiesto durante el acto solemne en el que ha sido investido Doctor Honoris Causa por la Universidad de Valladolid, de cuya facultad de Derecho fue decano, momento en el que, además de repasar su trayectoria investigadora en torno al Derecho Canónico, ha apostado por una "rebelión de conciencias" ante la "desigual batalla entre poder político y poder económico".

A su juicio, la misión del Derecho se centra en potenciar el desarrollo "pleno y libre" de la persona y "eliminar o sortear" cualquier "escollo o dificultad", lo que conlleva "desperezar conciencias" y "espolear su aspiración más profunda": la libertad.

Tras reiterar su compromiso con la "conciencia y libertad" como "sostén de la dignidad humana" —"ni me rindo ni me amilano"—, Llamazares ha lamentado la conversión del hombre de inventor "de la máquina" a su "fiel servidor" y ha advertido de la actual situación, la de "la hora de los poderes sin rostro" que encadenan "con el señuelo de la libertad", que "provocan la muerte dulce de la conciencia" y que "rebajan la democracia a mera tapadera instrumental".

Estos mismos poderes y rostros, además, transforman el pluralismo "en pensamiento único, en faro moral al becerro de oro" y a la verdad "en espejismo" por lo que, señaló, es la hora de los "despertadores de hombres" a los que apelaba Kierkegaard.

Llamazares Fernández, quien se incorporó al Claustro de la Universidad de Valladolid en el curso 1979/1980, experimentó en esta ciudad vivencias "decisivas" para su desarrollo intelectual —"llegué como canonista y salí como eclesiasticista"— y para su carrera, cuyas "decepciones" le empujaron a construir de manera "entusiasta" la versión española del Derecho Eclesiástico, nacida del original alemán.

Derecho a la libertad de conciencia

Autor de 'Derecho Canónico Fundamental' (1980), quien fuera presidente de las Cortes en la recién nacida democracia ha aseverado durante su discurso que el objeto del Derecho Eclesiástico del Estado no son las normas estatales en materia religiosa o sobre las iglesias "ni únicamente sobre el derecho de libertad religiosa", sino sobre el derecho de libertad de conciencia, "que según la doctrina constitucional se identifica con la ideológica en sentido restringido, como derecho fundamental individual y, derivadamente, colectivo".

La libertad de conciencia y sus vinculaciones o no con la religión le han llevado, como defender que todas las convicciones, religiosas o no, son merecedoras "del mismo tipo de protección jurídica" y que una cosa es el derecho de libertad de conciencia y otras las "distintas libertades" que integran su contenido.

"La dignidad de la persona es la percha de la que cuelgan los derechos humanos que, a su vez, descansa sobre estos dos pilares: conciencia y libertad, o lo que es lo mismo, libertad de conciencia y conciencia de la libertad", manifestó antes de defender la "necesidad" de educar en valores democráticos "comunes".

Este hecho es, a su vez, "perfectamente compatible" con la enseñanza de los valores diferenciales, individuales o de grupo "si se observan escrupulosamente las exigencias del derecho a la diferencia y del correspondiente compromiso de su respeto por parte de todos".

Capillas universitarias

Por su parte el rector de la Universidad de Valladolid, Marcos Sacristán, quien impuso el birrete al nuevo Doctor Honoris Causa antes de que se le hiciera entrega de los tradicionales anillo, guantes y libro de la sabiduría, destacó la "altura científica, relieve social y calidad humana" de Llamazares y aprovechó su intervención así como la lección de Derecho Canónico impartida para referirse al tema de las capillas universitarias.

Sacristán, quien evitó entrar en detalles del "conflicto", sí se refirió a los estudios e investigaciones del nuevo Doctor para señalar que la laicidad "impide" la identificación de las confesiones religiosas con el Estado, "con sus instituciones o con quienes las representan", a lo que añadió que hay que "tratar de seguir", como ciudadanos, la moral social "con independencia de cómo la propia religión lleva a valorar esas normas, para sí y para los correligionarios, pero no para el conjunto de la sociedad, de la universidad pública".

El Doctorado se concede en esta ocasión a un "excelente catedrático, a un prudente legislador y a un hombre bueno" de quien ensalzó la importancia de su aportación y su contribución a la "mejora de la sociedad" durante sus años de Presidencia de las Cortes, puesto de "legitimidad política" que permite llevar a la práctica los conocimientos teóricos.

El también presidente de las Cortes Carlos Sánchez Reyes (1987-1991) destacó de Dionisio Llamazares su condición de "figura académica indiscutible" así como de "constructor" de Castilla y León junto al ex presidente Demetrio Madrid, a lo que añadió que cuando llegó a la Presidencia de las Cortes en 1987 se encontró con un Parlamento "en marcha".

Homenaje "de justicia"

Por su parte el secretario general del PSCL y candidato a la Presidencia de la Junta, Óscar López, destacó la "justicia" que supone el reconocimiento de la UVA a Llamazares Fernández antes de participar en un acto al que acudieron también Demetrio Madrid, Gustavo Suárez Pertierra, el Procurador del Común, Javier Amoedo, o el delegado del Gobierno, Miguel Alejo.

Bajo la presidencia del rector, quien estuvo acompañado en la mesa por Justino Duque, Fernando Tejerina, Jesús María Sanz Serna y la vicerrectora de Economía, Guiomar Martín, el profesor Luis Mariano Cubillas Recio pronunció el 'laudatio' de investidura del nuevo Doctor, cuyos alumnos recuerdan de él su "buen hacer, la transmisión del saber jurídico y la disponibilidad permanente".

Tras mencionar sus publicaciones, investigaciones y sus 40 años de labor docente, Cubillas se refirió de manera especial al "método" de Llamazares Fernández, quien conjuga "hábilmente", a su juicio, el método dialéctico de Hegel con la 'concordia discordantium canonum' de Graciano, así como a sus comienzos en el estudio del Derecho fundamental para pasar, a continuación, por campos como la institución matrimonial o la educación para la ciudadanía.

Llamazares Fernández fue presidente de las Cortes en la primera legislatura y director general de Asuntos Religiosos; En su mandato se firmaron los acuerdos de cooperación con los confesionarios minoritarios, todavía vigentes, y actualmente ostenta el cargo de presidente del Centro Unesco de la Comunidad de Madrid.

El nombramiento de Llamazares fue propuesto por el Departamento de Derecho Constitucional, Procesal y Eclesiástico del Estado y por la Facultad de Derecho y aprobado por Consejo de Gobierno de la Universidad de Valladolid el 5 de febrero de 2010.

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