Defiende "apartar" de la política a los imputados antes de la sentencia "si hay pruebas", pero avisa de que hacerlo "con dudas" sería "injusto" Ratifica su "compromiso" con Galicia hasta 2013 y garantiza que los gallegos son "los únicos" que decidirán si sigue o se va "a casa"

El jefe del Ejecutivo gallego, Alberto Núñez Feijóo, admite que hay posibles inversores para Novacaixagalicia (NCG) que han contactado con la Xunta e indica que ésta, "en el ejercicio de sus competencias", los ha derivado al equipo directivo de la caja, en el que reside "la responsabilidad indelegable de vender su proyecto" en los foros de captación de capital.

"Siempre que ha venido algún inversor, y han venido, los hemos remitido al equipo directivo de la caja", ha sentenciado Feijóo, en una entrevista concedida a Europa Press, después de que el Banco de España aceptase recientemente el plan mixto de recapitalización presentado por NCG y tras ser preguntado acerca de si su Gobierno mantiene contactos directos con inversores privados para garantizar el futuro de la entidad.

Eso sí, tras revelar que han existido contactos, ha insistido en que "cada uno tiene sus responsabilidades" y que la Xunta, "lamentablemente, tiene las competencias que tiene, no otras", asegurando que es el equipo directivo el que ostenta ahora la "gran responsabilidad" de hacer "un proyecto atractivo", dar "verosimilitud, credibilidad y profesionalidad" a su gestión y captar capital para que el crédito "vuelva a fluir".

"En este momento, los directivos de Novacaixagalicia tienen una responsabilidad indelegable: vender su proyecto en los foros de captación de capital y ser mejores gestores de lo que son sus colegas de otras cajas y entidades financieras. Los mejores capitalizarán y formalizarán un proyecto con futuro, y quienes no sean los mejores, tendrán más dificultades", ha avisado.

En cualquier caso, el presidente se ha reafirmado en que ahora "se puede hablar" de la caja "porque existe", después de "superar" las "difíciles e improvisadas pruebas" planteadas por el Gobierno central en la reestructuración del sistema financiero, que ha criticado con dureza. De hecho, ha manifestado "su sorpresa" ante la "resistencia" de las cajas frente a estos "bandazos". EL 'CONTRATO'

Con galicia,

"un reto"

En el ecuador de una legislatura marcada por los cambios en el sistema financiero y por la fusión de las cajas, Núñez Feijóo resta importancia a las críticas sobre su gestión vertidas, por ejemplo, por el PSdeG, que le acusa de haber convertido el "contrato con Galicia" que suscribió antes de las elecciones de 2009 "en una estafa". "Los 14 puntos de ese contrato siguen siendo un reto para mí", ha admitido, tras reprobar "sobreactuaciones".

Así, se ha reafirmado en decisiones adoptadas como el impulso de un nuevo concurso eólico. "Creo que honradamente hemos hecho un buen servicio a nuestro país y ahora negociamos con Red Eléctrica para ver en qué fecha podemos evacuar la energía", ha remachado. También ha defendido el impulso del catálogo priorizado de medicamentos, convencido de que los médicos gallegos son "mucho más responsables" que los titulares de la política sanitaria española.

Sobre el compromiso pendiente de rebajar el tramo autonómico del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF), el presidente gallego ha manifestado su convicción de que "en este momento" no debe bajar dicho tributo a costa de "perjudicar" los servicios sociales o la sanidad. "Y creo que los gallegos me entienden", ha apostillado, antes de matizar que, lo que esto "no significa" es que la Xunta, "en función de la evolución de los ingresos", no vaya a revisar este compromiso o el relativo al impuesto de sucesiones.

Regeneración democrática

A Alberto Núñez Feijóo, que no escatima en calificativos a la hora de defender la gestión de su Gobierno, le cuesta encontrar motivos de indignación cuando se le pregunta por la invitación de Stephane Hessel a no permanecer indiferentes ante las adversidades de los tiempos actuales. "Lamentablemente, los políticos estamos acostumbrados a cosas que no deberíamos estarlo", ha reflexionado.

En todo caso, y a las puertas de una nueva cita con las urnas, el presidente gallego ha admitido, en una entrevista con Europa Press, que "indignar, indignar" le indigna "la doble moral, la hipocresía y las insinuaciones insidiosas". "Lamento que no aprovechemos todos para estar más a la altura de las circunstancias en un momento en el que se necesita estarlo", advierte.

A continuación, preguntado por si da por cumplido el compromiso de la regeneración democrática, ha proclamado que en la Xunta "todos saben" que el que "meta la mano en la caja" no va a ser "amparado" por el presidente. "Es público y es notorio; yo no voy a amparar ni a altos cargos ni a empleados que trabajen con fondos públicos si están detrás de algún tipo de actuación deshonesta", ha sentenciado.

De hecho, ha admitido que en la Xunta "se está leyendo" el sumario de la 'Operación Orquesta' y ha ratificado que, si de éste se desprenden "cosas concretas", se actuará "con contundencia y consecuencia". Dicho esto, ha avisado de que "lo contrario" a la regeneración democrática sería "echar de la vida política a alguien sin pruebas o por una falsa acusación" y ha ejemplificado con los "ataques" al conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández.

Imputados y campaña electoral

"Yo no intento dar lecciones a nadie, sólo que en mi casa haya honestidad; seguro que a veces se consigue y otras no tanto", ha remarcado el presidente, quien ha asegurado aplicar el mismo principio en el partido y, en consecuencia, en lo que respecta a la inclusión de imputados en las listas electorales para el próximo 22-M, frente a la "doble vara de medir" que achaca a PSOE y BNG.

Con todo, preguntado por si no sería partidario de que sólo se excluyese de las candidaturas a quienes ya han sido condenados, ha defendido que se debe "actuar antes" de la sentencia cuando a alguien "se le imputa un delito y hay pruebas o indicios razonables" de que lo ha cometido, pero nunca "con dudas".

"Si yo tengo constancia de que alguien en mi partido está siendo deshonesto, mi obligación ética y moral, no sólo política, es apartarle del partido con independencia de que haya o no sentencia; pero si tengo dudas e incluso creo que no lo ha hecho, sería injusto actuar así", ha esgrimido.

Sobre la posibilidad de alcanzar un pacto entre los partidos que garantice una campaña electoral limpia, el presidente ha replicado que "cada uno sabe lo que tiene que hacer" y ha apostado por "convencer" con el programa para "vencer limpiamente" en las urnas. Del mismo modo, consciente de que las coaliciones entre PSdeG y BNG dificultan que el PP acceda a los gobiernos, ha insistido en que España "debería ensayar la fórmula de que gobierne el que gane".

Su futuro,

En manos de los gallegos

Satisfecho con la actuación del PPdeG en lo que va de legislatura, porque "ha dicho la verdad", el presidente gallego cree que el PSdeG debería cerrar "su fase de interinidad" y "confirmar o no" el liderazgo de Manuel 'Pachi' Vázquez, mientras que ve al BNG "más coherente", pero cree que debe "actualizar" su postura política en una situación de crisis "sin precedentes".

Por su parte, ha ratificado su "compromiso" con Galicia hasta 2013, fecha en la que tocará "elegir a otro presidente" y, preguntado por la posibilidad de que su jefe de filas, Mariano Rajoy, le fiche como ministro si logra entrar en La Moncloa es contundente: "los únicos que van a decidir si me voy a mi casa o a la Xunta son los gallegos".

Eso si, pese a sus dudas sobre el liderazgo de Pachi Vázquez, tampoco se ha atrevido a dar por hecho que su adversario político en las próximas autonómicas será el ahora ministro de Fomento, José Blanco. "Habrá que preguntárselo a él y a las primarias", ha concluido.